Bajo el nombre clasificado de Listed X, Scotland Yard ha comenzado a usar un sistema capaz de camuflarse como una red de telefonía móvil más, interactuando con los terminales de los usuarios. La noticia saltó tras la publicación de un artículo en The Guardian en el que se detallaba cómo Listed X permite el envío de una señal a cientos de móviles por minuto en un área de unos diez kilómetros cuadrados, obteniendo los códigos de identidad únicos IMSI e IMEI de los móviles de los usuarios. De este modo, es posible rastrear la ubicación de los ciudadanos, interceptar sus comunicaciones e, incluso, desconectar los terminales de manera remota.
La tecnología de Listed X es propiedad de la compañía británica Datong, que cuenta entre sus clientes con el Ministerio de Defensa británico y varios gobiernos de Oriente Medio. Organizaciones civiles como Big Brother Watchhan lanzado la voz de alarma. Nick Pickles, director de la campaña sobre privacidad y libertades civiles de la organización, advierte de que los casos de información personal perdida o intervenida de un modo inapropiado "siguen al alza; el año pasado crecieron un 58%". Por este motivo, demanda que el Gobierno no sólo "se esfuerce más por asegurar la protección de la privacidad con garantías legales adecuadas" sino, además, que "se endurezcan las sanciones" para quien viole la ley. Daniel Hamilton, director de Big Brother Watch exige "tolerancia cero" ante estas violaciones de la privacidad.
Redes sociales
Listed X vendría a complementar el sistema Geotime, del fabricante Oculus Info, con el que Scotland Yard puede rastrear movimientos y las comunicaciones a través de redes sociales, equipamiento de navegación por satélite, teléfonos móviles, transacciones financieras o accesos a redes IP.El secreto de las comunicaciones está legislado en Reino Unido por la Ley RIP (Regulation of Investigatory Powers), según la cual es posible interceptar conversaciones privadas en interés de la seguridad nacional, para prevenir o detectar crímenes o salvaguardar el bienestar del país. Para ello se precisa la autorización expresa del Ministerio del Interior, bajo estrictos criterios de necesidad y proporcionalidad. Sólo en 2010, Interior aprobó 1.682 intercepciones. Pero el rastreo de la ubicación, fecha y hora de las comunicaciones no requiere autorización de Interior. El año pasado, el promedio de estas intervenciones alcanzó las 1.500 diarias.
La RIP es la misma ley que autoriza a las empresas a controlar o interceptar cualquier correo electrónico o página web visitada por los trabajadores en una lista de supuestos muy amplia. No es necesario el consentimiento del empleado. Dada su antigüedad lleva funcionando más de una década desde Big Brother Watch, Pickles denuncia su obsolescencia, revelando "su fracaso para crear un sistema robusto y transparente de protección de la información".
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