Google TV va renovándose para intentar convencer a los consumidores de sus bondades. Pero el horizonte presenta algunas incertidumbres. Logitech, uno de los socios iniciales del proyecto, a través de su patrón, ha admitido que fue un "gran error". Guerrino De Luca, ha asegurado que el concepto de una televisión con Internet es claro, pero que se lanzó al mercado cuando todavía no estaba maduro. Logitech ha tenido que bajar el precio de su codificador. Sony, otro de los socios iniciales, también tuvo que modificar su política de precios y está preparando su propia alternativa sin que, de momento, se haya desvinculado de Google TV.
Logitech asegura que su participación en el proyecto le ha supuesto unas pérdidas operacionales de unos cien millones de dólares y que no renovará la gama de dispositivos para Google TV.
Logitech bajó el precio de su Logitech Revue de 249 dólares a 99. En julio, la empresa admitía que las ventas habían sido "ligeramente negativas" entre abril y junio. Las devoluciones fueron mayores que una ventas "muy modestas", según sus propias palabras.
Logitech consideraba entonces que el comprador percibía una diferencia demasiado notable entre el precio del producto y el valor que él le daba al mismo. La bajada de precios buscaba "anular esta incomprensión".
La buena noticia para Google es que LG, el fabricante de televisores, lanzará el próximo año modelos equipados con Google TV.
Google TV fue anunciado el año pasado como una nueva plataforma que cambiará la manera de ver televisión por su propuesta de trasladar Internet a la pantalla del televisor. Google TV, basado en el sistema operativo de móviles Android, se presentó como el lugar donde "la televisión se encuentre con la web y la web se encuentre con la televisión". Google incorporó a este proyecto a Intel, Sony y Logitech. Inicialmente eran los televisores de Sony lo que ya iban equipados con esta oferta, el papel de Logitech era ofrecer un codificador que permitiera a televisores de otras marcas usar Google TV.
Una de las dificultades del proyecto ha sido las reticencias de las emisoras de televisión a integrarse en su oferta. El motor de búsqueda de Google TV no quiere ofrecer únicamente la parrilla de programas de cada emisora sino también acceso a los contenidos en vídeo que ofrecen en sus páginas de Internet. Uno de los miedos de las emisoras es que su oferta aparezca mezclada con una montaña de contenidos que no excluye la posibilidad de que haya vídeos pirateados. Las grandes compañías consideran que Google TV no les ofrece un modelo de negocio claro y temen ver canibalizados sus contenidos.
Otro producto inspirado por Google, los portátiles Chromebook tampoco tiene una feliz vida en el mercado. Lanzados en junio de este año por Samsung y Acer, los resultados son malos. Acer habría vendido en un mes cinco mil unidades y Samsung una cifra incluso inferior. Los Chromebook están pensados para que los archivos y programas se ejecuten desde la nube de Internet. Sin conexión a la Red resultan menos prácticos.
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