Además de ser uno de los sistemas operativos más atractivos para los ciberdelincuentes, Android también es de los que menos se actualizan después de haber adquirido un terminal.
Así lo pone de manifiesto la firma de seguridad Bit9, la cual indica en un informe que un 56% de los teléfonos inteligentes gobernados por Google Android se están ejecutando con una versión insegura, cuando ya existen otras más actualizadas que podrían evitar determinados ataques.
Fabricantes como Samsung, HTC, Motorola y LG son muy lentos a la hora de desplegar estas actualizaciones a versiones más nuevas, tal y como señala el estudio. Están más centrados en presentar nuevos modelos cada pocos meses sin prestar más atención a este detalle.
Mientras tanto, las operadoras también centran su interés en que los usuarios adquieran nuevos modelos en vez de actualizar los que ya tienen.
La fragmentación de las distintas versiones de Android es cada vez mayor, por lo que también se produce un cierto caos durante estos procesos de actualización. De entre la lista de dispositivos que ejecutan versiones obsoletas y que tienen unos ciclos de actualización más lentos se encuentran los siguientes modelos: Samsung Galaxy Mini, HTC Desire, Sony Ericsson Xperia X10, Sanyo Zio, HTC Wildfire, Samsung Epic 4G, LG Optimus S, Samsung Galaxy S, Motorola Droid X, LG Optimus One, Motorola Droid 2 y HTC Evo 4G.
El caso del Samsung Galaxy Mini parece ser el más relevante de todos. Fue lanzado el pasado abril, pero en vez de incorporar una de las versiones de Android ya existentes, como Gingerbread (2.3.3 y 2.3.4), apareció en el mercado con Froyo (2.2), disponible desde hacía un año.
Por el contrario, los smarthones más seguros son los siguientes: Samsung Nexus X, HTC Droid Incredible, Samsung Galaxy S2, HTC Sensation y T-Mobile G2. Bit9 afirma que, aunque el Nexus está fabricado por Samsung, es Google quien controla el dispositivo, por lo que sus propietarios son los que reciben las actualizaciones de forma instantánea.
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