Hace 20 años, un informático finlandés de apenas 21 hacía pública la primera versión de su propio sistema operativo, Linux. Hoy, apenas el 2% del código de una distribución Linux correspondería a lo escrito por ese creador original, Linus Torvalds, pero su trabajo aglutinador y señero se conmemora con una serie de actividades en Vancouver (Canadá), a la vez que una de las más poopulares encarnaciones de lo que hoy se conoce genéricamente como GNU/Linux, Android, es protagonista de una de las mayores compras de la historia de la economía mundial, con la adquisición de Google de la telefonía de Motorola que emplea este sistema operativo.
En el terreno de los ordenadores, la distribución de mayor crecimiento en los últimos años, Ubuntu, propiedad de la empresa Canonical, afirma tener ya 12 millones de usuarios, sobre el total de 30 de Linux en todo el mundo. Para instalarla en cualquier ordenador, basta una descarga gratuita de su web -ubuntu.com.es-. Tras unas sencillas preguntas, en una operación que lleva apenas 20 minutos y que no tiene por qué suponer la eliminación del sistema operativo preinstalado -Windows o Apple-, es posible acceder a miles de programas gratuitos que cubren todas las necesidades del usuario: tratamiento de textos, internet, bases de datos, reproducción de música y vídeo, e incluso cada vez más videojuegos. Y con bastantes menos problemas de virus, aunque existan antivirus igualmente gratuitos.
"Hoy en día no existe ningún impedimento práctico o problemas de usabilidad para no emplear Linux en un ordenador personal", explica Rafael Martínez, actualmente ingeniero de sistemas en la Universidad de Oslo y en su momento uno de los pioneros de la implantación de Linux en España. "Mis padres, con 70 años y sin conocimientos informáticos, usan Linux en el ordenador de casa para todas las tareas cotidianas de un usuario normal, aunque lo cierto es que el sistema se lo he instalado y configurado yo".
Hasta llegar a este punto, GNU/Linux recorrió un complejo proceso, en el que los usuarios tenían la libertad de ir sumando sus aportaciones para que luego fueran aprobadas por el conjunto de la comunidad. Esa fortaleza de Linux, con millares de programadores trabajando para su desarrollo, ha sido también su debilidad; el exceso de voces ha generado en ocasiones lentitud en la toma de decisiones, una cierta burocratización. Sin embargo, está claro que ese método de trabajo y la filosofía del software libre ha tenido una influencia decisiva en el desarrollo de la tecnología y la cultura moderna, con el estadounidense Richard Stallman, el creador de GNU, la otra pata en la génesis del actual Linux, como su principal ideólogo.
Desde Wikipedia hasta las creaciones culturales con licencias creative commons, todas tienen su origen en el software libre y en el discurso representado por Stallman. Para José María Lancho, presidente de HispaLinux, "el software libre ha provocado algunas de las revoluciones probablemente más profundas y duraderas de las sociedades contemporáneas".
Los dos terrenos en los que los parientes de Linux han triunfado de manera más clara son los dispositivos portátiles y los supercomputadores. Según un informe de la revista Computer World, el 91% de las 500 supercomputadoras más potentes del mundo empleaban Linux; una cifra que alcanzaba el 98,8% si se sumaba a las que emplean variantes con su hermano mayor, Unix. La razón, además de la fiabilidad, es sencilla: al ser de código abierto, Linux puede modificarse de manera legal y gratuita por los programadores de esas máquinas, que las adaptan a sus necesidades.
En cuanto a los dispositivos móviles, hay que recordar que Android, el sistema operativo abierto de Google que usan no sólo Motorola sino también gigantes como Samsung, LG o HTC, tiene como núcleo Linux. Según la consultora Canalys, Android es en la actualidad el sistema operativo más empleado en smartphones, por delante del iOS de Apple y el Symbian de Nokia. En el último trimestre de 2010 se vendieron en todo el mundo 33 millones de teléfonos con Android.
Google no es la única gran compañía que confía en Linux. Entre las empresas que actualmente forman parte de Linux Foundation puede citarse a IBM -cuya apuesta ha sido sin duda el elemento decisivo del crecimiento de Linux en los últimos años-, HP, Fujitsu, Intel, Sony, Panasonic o Toyota.
En España, sin embargo, la implantación está especialmente retrasada. Juan Ignacio Guerra, director de tecnologías de la información (IT) de la cadena de autocentros Feu Vert, cree que esto se debe a que "su implantación es una apuesta arriesgada para un departamento de informática, puesto que es más fácil justificar resultados cuando se usan herramientas conocidas de todo el mundo. Además, es necesario un cambio de mentalidad y reciclado de las personas que forma parte de la estructura IT existente". Por su parte, Guerra señala que su decisión de implantar un sistema informático basado en la distribución Red Hat "ha destacado en distintas auditorías por perfiles financieros y bajos costes, tanto en lo que se refiere al precio de las licencias como al coste del soporte y resolución de incidencias".
Feu Vert ha podido desarrollar sus propias aplicaciones "a medida" sin la necesidad de pagar a un tercero por las licencias, sino empleando a su propio equipo de informáticos. "Los resultados han sido siempre los mismos: robustez, fiabilidad y bajo coste", explica Guerra.
El modelo de negocio que propone Linux, según José María Lancho, es el único viable para que en España crezca una industria del software. Aunque el sistema operativo y los programas básicos sean gratuitos, si una empresa precisa aplicaciones concretas necesita contratar a informáticos, que cobran por ello, por dar formación o por el mantenimiento. El mercado del software libre, además, está todavía bastante más abierto, como muestra el éxito de una iniciativa nacional como EyeOS.
Otro aspecto en el que el software libre está creciendo de manera significativa es el de los propios programas gratuitos, que están siendo empleados de forma creciente por usuarios de Windows. Los casos más notables son los de los navegadores Firefox y Chrome, que ya superan de largo un tercio de la cuota de mercado, o las suites ofimáticas LibreOffice y OpenOffice.
Tal vez por ello, Microsoft hoy se muestra bastante menos belicosa hacia Linux de lo que lo fue en el pasado, cuando lo acusó de ser un sistema inseguro e inestable. La empresa incluso ha remitido a la Fundación Linux un inesperado vídeo de felicitación, que termina con unos personajes simbolizando a ambos sistemas operativos -el tradicional pingüino en el caso de Linux- mirando hacia un futuro de colaboración común. Y es que los dos parecen tener un enemigo común: Apple, que crece en el mercado y es, hoy por hoy, bastante más restrictivo en el tema del software libre de lo que lo ha sido Microsoft desde hace muchos años.
En el terreno de los ordenadores, la distribución de mayor crecimiento en los últimos años, Ubuntu, propiedad de la empresa Canonical, afirma tener ya 12 millones de usuarios, sobre el total de 30 de Linux en todo el mundo. Para instalarla en cualquier ordenador, basta una descarga gratuita de su web -ubuntu.com.es-. Tras unas sencillas preguntas, en una operación que lleva apenas 20 minutos y que no tiene por qué suponer la eliminación del sistema operativo preinstalado -Windows o Apple-, es posible acceder a miles de programas gratuitos que cubren todas las necesidades del usuario: tratamiento de textos, internet, bases de datos, reproducción de música y vídeo, e incluso cada vez más videojuegos. Y con bastantes menos problemas de virus, aunque existan antivirus igualmente gratuitos.
"Hoy en día no existe ningún impedimento práctico o problemas de usabilidad para no emplear Linux en un ordenador personal", explica Rafael Martínez, actualmente ingeniero de sistemas en la Universidad de Oslo y en su momento uno de los pioneros de la implantación de Linux en España. "Mis padres, con 70 años y sin conocimientos informáticos, usan Linux en el ordenador de casa para todas las tareas cotidianas de un usuario normal, aunque lo cierto es que el sistema se lo he instalado y configurado yo".
Hasta llegar a este punto, GNU/Linux recorrió un complejo proceso, en el que los usuarios tenían la libertad de ir sumando sus aportaciones para que luego fueran aprobadas por el conjunto de la comunidad. Esa fortaleza de Linux, con millares de programadores trabajando para su desarrollo, ha sido también su debilidad; el exceso de voces ha generado en ocasiones lentitud en la toma de decisiones, una cierta burocratización. Sin embargo, está claro que ese método de trabajo y la filosofía del software libre ha tenido una influencia decisiva en el desarrollo de la tecnología y la cultura moderna, con el estadounidense Richard Stallman, el creador de GNU, la otra pata en la génesis del actual Linux, como su principal ideólogo.
Desde Wikipedia hasta las creaciones culturales con licencias creative commons, todas tienen su origen en el software libre y en el discurso representado por Stallman. Para José María Lancho, presidente de HispaLinux, "el software libre ha provocado algunas de las revoluciones probablemente más profundas y duraderas de las sociedades contemporáneas".
Los dos terrenos en los que los parientes de Linux han triunfado de manera más clara son los dispositivos portátiles y los supercomputadores. Según un informe de la revista Computer World, el 91% de las 500 supercomputadoras más potentes del mundo empleaban Linux; una cifra que alcanzaba el 98,8% si se sumaba a las que emplean variantes con su hermano mayor, Unix. La razón, además de la fiabilidad, es sencilla: al ser de código abierto, Linux puede modificarse de manera legal y gratuita por los programadores de esas máquinas, que las adaptan a sus necesidades.
En cuanto a los dispositivos móviles, hay que recordar que Android, el sistema operativo abierto de Google que usan no sólo Motorola sino también gigantes como Samsung, LG o HTC, tiene como núcleo Linux. Según la consultora Canalys, Android es en la actualidad el sistema operativo más empleado en smartphones, por delante del iOS de Apple y el Symbian de Nokia. En el último trimestre de 2010 se vendieron en todo el mundo 33 millones de teléfonos con Android.
Google no es la única gran compañía que confía en Linux. Entre las empresas que actualmente forman parte de Linux Foundation puede citarse a IBM -cuya apuesta ha sido sin duda el elemento decisivo del crecimiento de Linux en los últimos años-, HP, Fujitsu, Intel, Sony, Panasonic o Toyota.
En España, sin embargo, la implantación está especialmente retrasada. Juan Ignacio Guerra, director de tecnologías de la información (IT) de la cadena de autocentros Feu Vert, cree que esto se debe a que "su implantación es una apuesta arriesgada para un departamento de informática, puesto que es más fácil justificar resultados cuando se usan herramientas conocidas de todo el mundo. Además, es necesario un cambio de mentalidad y reciclado de las personas que forma parte de la estructura IT existente". Por su parte, Guerra señala que su decisión de implantar un sistema informático basado en la distribución Red Hat "ha destacado en distintas auditorías por perfiles financieros y bajos costes, tanto en lo que se refiere al precio de las licencias como al coste del soporte y resolución de incidencias".
Feu Vert ha podido desarrollar sus propias aplicaciones "a medida" sin la necesidad de pagar a un tercero por las licencias, sino empleando a su propio equipo de informáticos. "Los resultados han sido siempre los mismos: robustez, fiabilidad y bajo coste", explica Guerra.
El modelo de negocio que propone Linux, según José María Lancho, es el único viable para que en España crezca una industria del software. Aunque el sistema operativo y los programas básicos sean gratuitos, si una empresa precisa aplicaciones concretas necesita contratar a informáticos, que cobran por ello, por dar formación o por el mantenimiento. El mercado del software libre, además, está todavía bastante más abierto, como muestra el éxito de una iniciativa nacional como EyeOS.
Otro aspecto en el que el software libre está creciendo de manera significativa es el de los propios programas gratuitos, que están siendo empleados de forma creciente por usuarios de Windows. Los casos más notables son los de los navegadores Firefox y Chrome, que ya superan de largo un tercio de la cuota de mercado, o las suites ofimáticas LibreOffice y OpenOffice.
Tal vez por ello, Microsoft hoy se muestra bastante menos belicosa hacia Linux de lo que lo fue en el pasado, cuando lo acusó de ser un sistema inseguro e inestable. La empresa incluso ha remitido a la Fundación Linux un inesperado vídeo de felicitación, que termina con unos personajes simbolizando a ambos sistemas operativos -el tradicional pingüino en el caso de Linux- mirando hacia un futuro de colaboración común. Y es que los dos parecen tener un enemigo común: Apple, que crece en el mercado y es, hoy por hoy, bastante más restrictivo en el tema del software libre de lo que lo ha sido Microsoft desde hace muchos años.
Las cifras
91% de las 500 computadoras más rápidas del mundo utilizan Linux33 millones de teléfonos con Android se vendieron en el último trimestre de 2011
29 millones de usuarios emplean alguna versión de GNU/Linux
Las principales distribuciones para PC
DEBIAN. Creada en 1993 por el estadounidense IanMurdock, uniendo su propio nombre al de su por entonces novia Deborah (Deb). Ha tenido desde ese momento una docena de "líderes", elegidos por un sistema democrático bastante complejo por el millar de desarrolladores que toman todas las decisiones conjuntamente, y once versiones, que han sido siempre bautizadas con el nombre de personajes de la serie de películas Toy Story. Dos de las distribuciones más implantadas, Ubuntu y Knoppix, son ahijadas "en versión popular" de Debian.GENTOO La actual favorita de gran parte de los usuarios tradicionales de Linux, por la flexibilidad en su instalación y facilidades para la programación. Es decir, no recomendable para un usuario medio que quiera conocer Linux por primera vez. Fue creada en 1999 por Daniel Robbins, quien luego ha abandonado el proyecto en un par de ocasiones por el tipo de desavenencias que se hacen frecuentes en estos proyectos con decisiones colectivas. El nombre de Gentoo es el de una especie de pingüino más rápido a la hora de nadar.
REDHAT Nacida en 1993, la empresa que mantiene Red Hat fue una de las que sufrieron un golpe más duro en la caída de la burbuja puntocom. En 2004 se dividió entre Fedora -una distribución gratuita- y la actual Red Hat, una firma comercial que sí cobra por el mantenimiento de sus productos y tiene un interesante crecimiento, con 780 millones de dólares de facturación al año y 3.200 empleados. Es la distribución favorita para la implantación de Linux, sobre todo entre las empresas estadounidenses, por la garantía que supone el respaldo de la empresa.
SUSE Al igual que en el caso de Red Hat, hoy existe una versión de Suse comercial y otra gratuita para usuarios particulares. La primera es propiedad de Novell, una de las veinte principales empresas de software del mundo, que a su vez firmó un acuerdo con Microsoft para desarrollos comunes. La segunda está considerada como una de las distribuciones más sencillas de usar por particulares. Es la más antigua actualmente operativa (1992) y fue creada por un grupo de informáticos alemanes, cuya firma vendió Suse a Novell por 210 millones de dólares en 2003.
UBUNTU Propiedad de la empresa Canonical, delmillonario sudafricano Mark Shuttleworth, recibe ese nombre de un movimiento homónimo de lucha contra el apartheid. Desde su creación en 2004 ha tenido el mayor crecimiento en la historia de Linux, si bien su fácil uso y algunas soluciones consideradas populistas han generado en cambio cierta desconfianza por parte de los usuarios tradicionales. Ha firmado acuerdos con gigantes como Asus y Lenovo, que distribuirán ordenadores más baratos con Ubuntu preinstalado en lugar de Windows.
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