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2011/08/17

Sangre, sí; tacos, no

Si quieres sangre, compra Gears of war 3. Por 60 euros la tercera entrega de este título de la consola Xbox 360 da más sangre y más violencia que ningún otro. Eso sí, el sexo está prohibido, y los tacos se pueden eliminar si hieren la sensibilidad del consumidor.

Con 13 millones de copias vendidas de las versiones anteriores y un récord de reservas (1,2 millones) antes de salir a la venta, Gears of War 3 cerrará la saga.
Rod Ferguson, productor ejecutivo del videojuego, tiene una sensación agridulce: "Es un orgullo llegar a este punto con tanto éxito, pero creíamos que era lo justo: acabar en lo más alto, lo contrario sería traicionar a nuestros fieles". El juego se puede practicar de varias formas: competición, arcade, y, el más interesante, el de la misión.
"Entiendo que comprar un juego es una decisión que implica un desembolso, por eso me interesa que puedan usarlo durante mucho tiempo y de varias maneras", añade el productor. En cualquier caso, la inmersión es total. La sensación de control se tiene desde la propia introducción: Marcus, el protagonista, tiene un mal sueño: su padre, supuestamente muerto, le ronda en la cabeza. Pronto debe abandonar la nave y emprender la misión final con los habituales compañeros de escuadra.
A pesar de lo cuidado de los gráficos, con un detalle de cine, Ferguson cree que sin argumento no hay nada que hacer: "Por eso contamos con Karen Travis, autora de superventas de ciencia-ficción, para tener una historia con enganche. Nadie conoce como ella la creación de personajes y la narrativa del cómic", dice.
El guión está tan cuidado que no es necesario conocer los anteriores Gears of War. Se da la suficiente información como para conocer la historia y, a la vez, no aburrir al jugador veterano.

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