Con los medios sociales acelerando de forma brutal el ciclo noticioso y desparramando rumores sobre disturbios y quiebras de bancos a la velocidad de la luz, políticos, empresas y gobiernos no tendrán más remedio que adaptarse rápidamente.
El primer ministro británico, David Cameron, amenazó con bloquear temporalmente plataformas como el servicio de mensajería de BlackBerry utilizado para coordinar los saqueos y disturbios, pero la experiencia de la 'primavera árabe' sugiere que esa estrategia podría estar condenada al fracaso.
Para algunos de los países más poderosos del mundo, el reto difícilmente podría ser mayor. Los disturbios de los últimos días en Gran Bretaña volvieron ingobernables partes de Londres y otras ciudades y plantearon serias dudas sobre la sostenibilidad de la estrategia de austeridad del Gobierno.
Pero incluso algunos veteranos especialistas en seguridad advierten que estos recursos no sólo estarían condenados al fracaso, sino que pondrían en peligro la autoridad de quienes los aplican. La decisión del depuesto presidente Hosni Mubarak de desconectar a Egipto de Internet, dicen, sólo hizo que más personas salieran a las calles.
"El empleo de medios sociales en las protestas parece un factor que cambia el juego, pero cualquier intento de imponer el control estatal (...) parecería destinado a fracasar", dice el ex alto cargo de la agencia británica de inteligencia de señales, GHCQ, John Bassett.
"En definitiva, es probable que aquellos gobiernos que intentan utilizar los modelos de control a la antigua fracasen, perdiendo legitimidad y respeto a los ojos de sus poblaciones", añade.
Supervisar la red en busca de inteligencia relevante es útil, señala Bassett, igual que instar a personas y comunidades a denunciar a los individuos potencialmente problemáticos.
"En estos tiempos, las crisis de toda clase se desencadenan y ganan impulso a la velocidad de la luz", dijo Sapriel. "Ya no hay dudas de que para contar tu versión de la historia (...) los medios sociales son la forma".
El grupo News Corp de Rupert Murdoch lo descubrió a su pesar el mes pasado. Una campaña en Twitter para convencer a los anunciantes de que retirasen su publicidad del semanario News of the World, golpeado por un escándalo, cobró fuerza tan deprisa que el periódico cerró en apenas unos días. Las acusaciones de que el periódico había pinchado buzones de teléfonos móviles y pagado a la policía por información no sólo causaron un daño duradero a la reputación de News Corp, sino a buena parte de las instituciones británicas, a las que se vio demasiado cercanas al magnate Murdoch.
Con los mercados financieros más volátiles que nunca, eso es algo que los bancos en particular tendrán que considerar. Esta semana, igual que durante la crisis financiera del 2008, las acciones bancarias oscilaron violentamente en base a rumores que a menudo las propias instituciones eran demasiado lentas en desmentir.
También existe una curva de aprendizaje que está causando problemas a algunos cuerpos de la policía británica, en especial en Londres.
Otros cuerpos, como la policía de Manchester, fueron mucho más rápidos en adoptar Twitter para interactuar con los ciudadanos, subiendo imágenes de saqueadores a Facebook para que la gente les identificara. "Hay muchos criminales capturados en CCTV (circuitos cerrados de televisión): Os identificaremos e iremos a por vosotros", dijo la policía en un mensaje.
Ante las amenazas del primer ministro Cameron de que estaban pensando bloquear las redes sociales, el grupo ya ha avisado de que si lo hace habrá represalias. A través de su cuenta de Twitter @GroupAnon, los 'hackers' han avisado a David Cameron habrá duras consecuencias. Unas amenazas que este colectivo suele cumplir siempre.
El primer ministro británico, David Cameron, amenazó con bloquear temporalmente plataformas como el servicio de mensajería de BlackBerry utilizado para coordinar los saqueos y disturbios, pero la experiencia de la 'primavera árabe' sugiere que esa estrategia podría estar condenada al fracaso.
Para algunos de los países más poderosos del mundo, el reto difícilmente podría ser mayor. Los disturbios de los últimos días en Gran Bretaña volvieron ingobernables partes de Londres y otras ciudades y plantearon serias dudas sobre la sostenibilidad de la estrategia de austeridad del Gobierno.
Peligrosos precedentes
El derrocamiento de los presidentes de Túnez y Egipto por revoluciones impulsadas a través de los medios sociales alarmó claramente a los gobernantes de China, que crearon un sofisticado sistema de "autoritarismo en red" para controlar el debate en Internet y evitar un destino similar.Pero incluso algunos veteranos especialistas en seguridad advierten que estos recursos no sólo estarían condenados al fracaso, sino que pondrían en peligro la autoridad de quienes los aplican. La decisión del depuesto presidente Hosni Mubarak de desconectar a Egipto de Internet, dicen, sólo hizo que más personas salieran a las calles.
"El empleo de medios sociales en las protestas parece un factor que cambia el juego, pero cualquier intento de imponer el control estatal (...) parecería destinado a fracasar", dice el ex alto cargo de la agencia británica de inteligencia de señales, GHCQ, John Bassett.
"En definitiva, es probable que aquellos gobiernos que intentan utilizar los modelos de control a la antigua fracasen, perdiendo legitimidad y respeto a los ojos de sus poblaciones", añade.
Supervisar la red en busca de inteligencia relevante es útil, señala Bassett, igual que instar a personas y comunidades a denunciar a los individuos potencialmente problemáticos.
Adaptarse a la nueva era
Pero la mayoría de los expertos en comunicación coinciden en que lo que de verdad tienen que hacer las instituciones es aprender a usar estas plataformas para tomar la iniciativa. Y tienen que aprender deprisa. Caroline Sapriel, una consultora que asesora a empresas multinacionales en crisis, asegura que la clave es que las empresas utilicen plataformas como Twitter para implicarse rápidamente cuando hay un problema y evitar perder el control."En estos tiempos, las crisis de toda clase se desencadenan y ganan impulso a la velocidad de la luz", dijo Sapriel. "Ya no hay dudas de que para contar tu versión de la historia (...) los medios sociales son la forma".
El grupo News Corp de Rupert Murdoch lo descubrió a su pesar el mes pasado. Una campaña en Twitter para convencer a los anunciantes de que retirasen su publicidad del semanario News of the World, golpeado por un escándalo, cobró fuerza tan deprisa que el periódico cerró en apenas unos días. Las acusaciones de que el periódico había pinchado buzones de teléfonos móviles y pagado a la policía por información no sólo causaron un daño duradero a la reputación de News Corp, sino a buena parte de las instituciones británicas, a las que se vio demasiado cercanas al magnate Murdoch.
Con los mercados financieros más volátiles que nunca, eso es algo que los bancos en particular tendrán que considerar. Esta semana, igual que durante la crisis financiera del 2008, las acciones bancarias oscilaron violentamente en base a rumores que a menudo las propias instituciones eran demasiado lentas en desmentir.
También existe una curva de aprendizaje que está causando problemas a algunos cuerpos de la policía británica, en especial en Londres.
Otros cuerpos, como la policía de Manchester, fueron mucho más rápidos en adoptar Twitter para interactuar con los ciudadanos, subiendo imágenes de saqueadores a Facebook para que la gente les identificara. "Hay muchos criminales capturados en CCTV (circuitos cerrados de televisión): Os identificaremos e iremos a por vosotros", dijo la policía en un mensaje.
Anonymous amenaza a Cameron
Una muestra del error que supone adoptar medidas represivas ante este tipo de situaciones está en la respuesta recibida por los gobiernos que la han ejercido. El conocido colectivo 'hacktivista' Anonymous ha tomado medidas contra todos los países que han tomado algún tipo de política represiva, y no lo va a ser menos en el caso británico.Ante las amenazas del primer ministro Cameron de que estaban pensando bloquear las redes sociales, el grupo ya ha avisado de que si lo hace habrá represalias. A través de su cuenta de Twitter @GroupAnon, los 'hackers' han avisado a David Cameron habrá duras consecuencias. Unas amenazas que este colectivo suele cumplir siempre.
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