Strauss-Kahn es considerado un artífice del creciente protagonismo mundial que el FMI tuvo en los últimos años, que contrasta con la irrelevancia que amenazaba al organismo cuando asumió en 2007.
Las políticas que el Fondo implementó bajo la dirección del socialista francés se apartaron muchas veces de la ortodoxia liberal que había generado tantos rechazos en América Latina.
Además de haber tenido una influencia clave en los rescates a países europeos en crisis, Strauss-Kahn impulsó un acuerdo para que países emergentes como China o Brasil ganaran poder dentro de la institución.
"Es un FMI reformado", dijo Sylvie Matelly, una experta del Instituto francés de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS), en diálogo con BBC Mundo.
Sin embargo, con Strauss-Kahn acusado de intento de violación en Nueva York, muchos se preguntan hoy si esos cambios fueron lo suficientemente sólidos para persistir tras su abrupta renuncia al cargo.
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"Muy discutido"
La gestión del ex ministro francés de Economía en el organismo de Washington era vista con aprobación por diferentes gobiernos y por el personal del FMI.El propio Strauss-Kahn aludió a sus "colegas en el Fondo" en la carta de renuncia que envió el miércoles desde su celda de la prisión de Rikers Island.
"Juntos logramos grandes cosas en los últimos tres años y más", sostuvo.
Cuando Strauss-Kahn asumió la jefatura del FMI en noviembre de 2007, en sustitución del español Rodrigo Rato, el mundo se movía al ritmo de flujos de capitales privados y la institución perdía influencia.
La cartera de créditos del organismo de Bretton Woods se había contraído y sus préstamos de emergencia llegaban a US$1.100 millones en 2007.
"El rol (del FMI) era muy discutido: decían que había que reformarlo pero no todos los países estaban de acuerdo", recordó Matelly.
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Cambios en la tormenta
Sin embargo, tras el estallido de la crisis financiera global en 2008, Strauss-Kahn ganó un mandato del Grupo de los 20 para triplicar los recursos del FMI.El año pasado, el FMI aprobó préstamos de emergencia por US$91.700 millones, todo un récord para la institución.
También instaló mecanismos como la línea de crédito flexible, sin las condiciones que solía exigir antes y que tanto rechinaban a los latinoamericanos. México y Colombia fueron de los primeros en utilizar esa novedad.
"El FMI desde que estalló la crisis ha hecho muchas de las cosas que América Latina le pedía antes", observó Federico Steinberg, experto del Real Instituto Elcano de Madrid, en diálogo con BBC Mundo.
Entre ellas, mencionó la de "funcionar como un prestamista de último recurso ante problemas de liquidez, en vez de entrar directamente con una condicionalidad muy dura".
"Políticas keynesianas"
Un gran salto en la influencia global del FMI fue la crisis de la deuda de países europeos, donde Strauss-Kahn hizo jugar su conocimiento de la región y su experiencia política como ex ministro francés de Economía.Se cree que esos antecedentes fueron claves para romper el tabú de la intervención del organismo de Washington en un país de la Eurozona y convencer a Alemania de la necesidad de tirar un salvavidas a Grecia.
Actualmente el FMI provee un tercio de los paquetes de rescate de la zona euro y supervisa préstamos por cerca de US$140.000 millones a Grecia, Irlanda y Portugal.
El pragmatismo de Strauss-Kahn al frente de una institución como el FMI es destacado por analistas.
Steinberg subrayó que el francés consiguió "defender políticas keynesianas de estímulo fiscal y no tanto de ortodoxia liberal y recorte de gasto".
Por ejemplo, mencionó que el FMI comenzó a admitir los controles de capital en países emergentes como Brasil para frenar ingresos masivos de dinero que causen burbujas internas, algo impensable un tiempo atrás.
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Riesgos por delante
El año pasado, el FMI aprobó un acuerdo considerado histórico para darle más peso interno a países emergentes como China, que pasaría a ser el tercer miembro más poderoso de la institución tras Estados Unidos y Japón.El pacto, aceptado inicialmente por el G20, también aumenta el peso de países como Brasil, India y Rusia a expensas de Europa, pero aún no ha sido implementado.
Una reforma interna de ese tipo fue un compromiso que Strauss-Kahn asumió con las naciones emergentes y en desarrollo, incluidas varias latinoamericanas, en una gira global antes de asumir en el FMI.
Ahora, su renuncia repentina supone un riesgo imprevisto para estos cambios. Por lo pronto, la posibilidad de una disputa por el liderazgo del Fondo podría causar tensiones inesperadas entre Europa y los países emergentes.
Liliana Rojas-Suárez, una ex funcionaria del FMI y actual experta del Centro para el Desarrollo Global en Washington, cree que la institución mantendrá la relevancia que ganó en los últimos años.
"La coordinación internacional es importante y solamente existe un organismo en el mundo que puede hacerla: el FMI", dijo Rojas-Suárez a BBC Mundo.
Pero advirtió que "si se escoge mal un nuevo director, sin la suficiente habilidad política para llegar a acuerdos internacionales, puede estancarse el rol del FMI".
"Eso sería una pena, porque los países emergentes o del sur no han olvidado lo que era el FMI de los años ’80 y ’90 y no le perdonarán volver a eso", advirtió Matelly, en el IRIS de París.
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BBC Mundo
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