Las grandes perdedoras de la crisis del Eyjafjallajökull fueron las grandes líneas aéreas, que tuvieron que enfrentarse a importantes pérdidas. La explosión del Grímsvötn, un nuevo volcán en Islandia que escupe ceniza y polvo a la atmósfera, ha cerrado ya el espacio aéreo islandés y podría cerrar el de más países europeos. Las previsiones sobre hasta donde va a llegar la nube y cuando van cambiando, aunque todo parece indicar que la nube de polvo y ceniza estará sobre Escocia esta misma tarde.
Las principales compañías aéreas ya han empezado a pagar los efectos de la nueva edición del colapso aéreo, ceniza mediante. Las acciones de Ryanair o Air France están siendo castigadas en los mercados bursátiles, en previsión de un nuevo paro indefinido del tráfico aéreo. Ellas fueron las principales perdedoras de la crisis volcánica del pasado año, siendo las firmas de videoconferencia las grandes ganadoras.
Con la crisis del Eyjafjalla, muchas de esas compañías ganaron clientes y frecuencia de uso. La telepresencia, que empezaba a hacerse hueco en el mercado y que algunas compras millonarias ya habían confirmado como una de las grandes tendencias a futuro, se convirtió entonces en la socorrida solución a la que echaron mano las multinacionales, a las que la nube volcánica había dejado con las reuniones de negocios a medias. Y hasta la Cumbre de Granada, la gran cita TIC de la presidencia de turno de la Unión Europea, tuvo que realizarse utilizando esta tecnología.
Las primeras estimaciones señalaban que el Eyjafjalla había aumentado en un 65% las cifras de uso de la teleconferencia. Esta no era la única tecnología beneficiada: “el caos aéreo ha aumentado un 12% la distribución de documentos electrónicos”, explicaban desde Service Point en las primeras jornadas de aviones cancelados y empresas al borde del ataque de nervios.
Por el momento, la respuesta ante la explosión del Grímsvötn está siendo de completa tranquilidad. Sólo Islandia está cerrada al tráfico aéreo y las aerolíneas pueden buscar rutas alternativas. Aunque, a medida que la nube volcánica empiece a llegar al resto de Europa (podría hacerlo este jueves al norte de España), el caos de reuniones canceladas y directivos tirados en los aeropuertos podría volver a repetirse. Será entonces cuando la videoconferencia vuelva a entrar en juego y pueda ser confirmada para siempre.
Varias son las empresas que se han lanzado a compras millonarias o a aventuras en este sector. La compra de Skype por parte de Microsoft no hace más que demostrar el increíble potencial de las comunicaciones en red. El Grímsvötn podría dar el golpe de gracia.
Silicon News
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