Son supuestos planetas que vagan libres por el espacio, sin dar vueltas a una estrella como hace la Tierra y la gran mayoría de los más de 500 exoplanetas confirmados desde 1995. Un equipo internacional describe hoy en Nature diez de estos mundos, a los que han llamado "masas planetarias". Tienen el tamaño de Júpiter, el mayor planeta del Sistema Solar, y su distancia a la estrella más cercana es diez veces mayor que la que hay entre el Sol y la Tierra (1.500 millones de kilómetros). Por ello, los autores sugieren que "la mayoría" de ellos "no están ligados a una estrella".
La idea de un planeta libre no es nueva. En 2000, un equipo de investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias fue el primero en observar estos cuerpos que habían soltado amarras de sus estrellas. Eran hasta 15 veces mayores que Júpiter y, en un artículo en Science, los astrónomos los bautizaron "planetas gigantes solitarios". También señalaron que su existencia cuestionaba las teorías terrícolas de cómo nace un planeta.
En su trabajo actual, los 30 investigadores de Japón, Nueva Zelanda, Reino Unido, EEUU, Polonia y Chile que firman el artículo ofrecen una posible explicación para su nacimiento. Los gigantes solitarios se formaron en torno a una estrella junto a otros planetas, es decir, el proceso habitual, pero en algún momento pasaron tan cerca de alguno de ellos que las fuerzas gravitatorias los expulsaron al espacio exterior.
Hacer un censo
"Nuestro estudio es como un censo de población", dice el astrónomo de EEUU David Bennett, coautor del trabajo, en una nota difundida por la NASA. Primero estudiaron una porción de la Vía Láctea durante dos años con el telescopio MOA de Nueva Zelanda, que capta picos de luz reflejada en estos planetas, y el OGLE, que hace observaciones directas desde Chile. Luego se cuenta el número de planetas solitarios y se extrapola al resto de la galaxia, explica Bennett.
El resultado es que este tipo de cuerpos pueden ser dos veces más numerosos que las estrellas normales, aunque por las técnicas de observación, basadas en la alineación de dos estrellas, son muy difíciles de ver. Eso significaría que en la Vía Láctea habría medio billón de estos rebeldes sin sol, según el experto en exoplanetas del CSIC Ignasi Ribas. "Es algo que predecían los modelos y que comenzamos a observar de forma directa", destaca.
Los autores del trabajo actual se cuidan de llamarlos planetas, ya que no está claro que un cuerpo que no orbita una estrella lo sea. Además se ignora de qué están hechos y si pueden albergar vida, algo que varios trabajos anteriores han visto que es posible. En un artículo complementario, el astrónomo de la Universidad de Heidelberg Joachim Wambsganss cita varias de las denominaciones que actualmente están en liza. Incluyen "planeta flotante", "planeta solitario" y, en un giro que recuerda al cantante Prince, "objetos antes conocidos como planetas". "Es un tema aún muy confuso, no sabemos cómo llamarlos, pero yo me resisto a que se les llame planetas", confiesa Ribas.
Publico
El resultado es que este tipo de cuerpos pueden ser dos veces más numerosos que las estrellas normales, aunque por las técnicas de observación, basadas en la alineación de dos estrellas, son muy difíciles de ver. Eso significaría que en la Vía Láctea habría medio billón de estos rebeldes sin sol, según el experto en exoplanetas del CSIC Ignasi Ribas. "Es algo que predecían los modelos y que comenzamos a observar de forma directa", destaca.
Los autores del trabajo actual se cuidan de llamarlos planetas, ya que no está claro que un cuerpo que no orbita una estrella lo sea. Además se ignora de qué están hechos y si pueden albergar vida, algo que varios trabajos anteriores han visto que es posible. En un artículo complementario, el astrónomo de la Universidad de Heidelberg Joachim Wambsganss cita varias de las denominaciones que actualmente están en liza. Incluyen "planeta flotante", "planeta solitario" y, en un giro que recuerda al cantante Prince, "objetos antes conocidos como planetas". "Es un tema aún muy confuso, no sabemos cómo llamarlos, pero yo me resisto a que se les llame planetas", confiesa Ribas.
Publico
No hay comentarios:
Publicar un comentario