El experto en digitalización de la British Library, Aly Conteh, que ha participado en un seminario de carácter internacional en Santiago de Compostela, ha señalado a Efe que atendiendo a la progresión de las ventas en formato electrónico y en papel de la multinacional Amazon, "en los próximos dos años puede haber ese gran cambio" de tendencia.
Según Conteh, la aparición en los últimos años de los denominados libros electrónicos como el Kindle de Amazon, que permiten almacenar un elevado volumen de publicaciones mediante conexiones inalámbricas a internet, y particularmente el de la tableta Ipad de Apple y otras versiones similares y aplicaciones para teléfonos móviles, ha abierto un nuevo campo a la distribución de ese formato digital.
Por ello, considera que el libro físico tradicional de papel puede pasar pronto a ser minoritario en ventas respecto al nuevo formato digital, al igual que ocurrió en los últimos años con los discos y discos compactos, y la aparición de los MP3, Ipod y otros nuevos soportes electrónicos.
Sin embargo, Conteh observa que "hay muchas personas que se llevan a la playa su MP3 para escuchar música, pero prefieren llevarse un libro de papel". El libro tradicional, por su naturaleza simple, todavía tiene "muchas ventajas" respecto a la versión digital en determinados espacios, por lo que auguró que en los próximos años "los lectores continuarán leyendo libros en papel en la playa", considera.
El libro electrónico puede facilitar el acceso a la cultura en el campo
También la responsable de digitalización documental de la National Library de Australia, Rose Holley, ha coincido en que los nuevos soportes como las tabletas de Ipad y otros artefactos con conexión inalámbrica a internet "están cambiando el mercado" del libro.
Holley ha explicado a Efe que "hay que estar muy atentos a cómo evoluciona", pero opina que todavía es "prematuro" predecir en qué medida la venta de libros digitales puede superar a la de papel, aunque reconoce que ya hay una tendencia al alza de los primeros y una contraria a la baja de los del formato tradicional.
Para esta experta, "el precio de las tabletas y otros soportes electrónicos es todavía demasiado elevado" y apuntó que "aún no hay tantas personas que dispongan de ese tipo de aparatos". Sin embargo, considera que "en la medida en que los precios bajen y los soportes digitales se popularicen, es posible que haya ese cambio digital" del libro.
En países como Australia con una elevada dispersión de población, donde "para acudir a una biblioteca o a una librería hay que conducir a veces hasta dos o tres horas", ese tipo de tecnología favorece el acceso a la cultura en zonas remotas del país, y algo parecido ocurre en Norteamérica, comenta.
Conteh y Holley son dos de los invitados a un seminario celebrado la semana pasada en Santiago de Compostela al que asistieron expertos como la responsable del programa de digitalización del la Library of Congress de Washington, Sally H. MacCallum,; el director de la Biblioteca Digital Mundial de la UNESCO, John Van Oudenaren; la directora de la Biblioteca Europea, Louise Edwards; o el responsable de la biblioteca Europeana, Stefan Gradmann.
Libertad Digital
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