Viajes dos por uno, descuentos del 50% o más, noches en hoteles por menos de US$2 dólares, dinero a cambio de deudas, menús anticrisis por US$4 o gratis, entradas a museos y cines sin pagar entrada.
No se trata de un catálogo de publicidad engañosa, son ofertas para desempleados.Alrededor de los más de cuatro millones de cesantes que hay en España se está formando una ruta comercial y de supervivencia.
El principal requisito es acreditar el estatus de parado (desempleado) a través de un documento que expide el Instituto Nacional de Empleo (INEM) y que periódicamente se tiene que renovar.
"Al principio me daba verguenza enseñar la cartilla del INEM en la fila de un museo o de un restaurante, pero ya me da igual. La gente siempre te mira, pero pienso que mi situación es la de miles de personas", comenta a BBC Mundo el colombiano Mario Aguilar.
Lleva diez años en Madrid trabajando en departamenos de mercadeo y comunicación.
Desde hace un año está desempleado. "La empresa cerró y desde entonces he ido tirando del subsidio de desempleo. Es curioso porque he visto como los parados nos hemos convertido en un target comercial. Somos un grupo de cuatro millones que va en aumento.
Para elegir
"Cada vez hay más ofertas y servicios y, claro, yo voy buscando lo más barato", detalla.
Y hay de dónde elegir. En Alicante los hostales 4 You, enfocado a público joven, están ofreciendo habitaciones por menos US$2 la noche.
Asímismo, la empresa Shircity diseña camisetas para desempleados con frases como "Exempleado del mes" o "Parado y Feliz", como una forma de tomarse la difícil situación con humor.
Los gastos de envío, por supuesto, son gratuitos.
También se ofrecen sesiones de spa "para rebajar el estrés" o entradas dos por uno en parque recreativos como el de la Warner Brothers, donde tienes preferencia si enseñas tu documento de parado.
Asimismo comienzan a surgir firmas que reunifican deudas (un esquema utilizado en Estados Unidos) por hipotecas de vivienda o préstamos, a cambio de dinero.
Algunas empresas y locales comenzaron sus ofertas como una manera de solidarizarse con los desempleados pero la demanda aumenta.
Tal es el caso de la empresa Servicio de Restauración y Comidas Preparadas de Medina del Campo donde han conseguido diseñar un menú completo para desempleado por sólo US$4.
"Hemos conseguido bajar el precio gracias a los proveedores cárnicos y de frutas de la zona. El menú está enfocado para desempleados y jubilados con pocos recursos económicos.
Hay personas que no quieren acercarse porque les da verguenza; para ellos tenemos un servicio a domicilio", señala Isabel Eiras Gago, encargada comercial.
El gobierno, por su parte, a través de las empresas de energía, subvenciona el costo de la factura eléctrica del mes a través de un bono que se tiene que solicitar.
El requisito: que todos los miembros de la casa estén en el paro o desempleados. Algo que no es inusual ya que cerca de 1.300.000 familias en España tienen a todos sus miembros sin empleo.
Los parados también pueden tener acceso a cursos de capacitación gratuita, subvencionados por el Estado. El problema es que la demanda es más grande que la oferta y muchos desempleados tienen que conformarse con ser anotados en una lista de espera.
"Está bien que existan estos servicios y ayudas pero por otro lado reflejan un problema enorme. Cerca de donde vivo hay un comedor social donde siempre veo una fila enorme de personas que viven al límite.
Estamos esperando que las cosas mejoren pero ¿y si tardan más de lo que podemos aguantar? Pienso que no estoy tan lejos de esa cola", comenta Aguilar.
Esa delgada línea se puede ver en el comedor de la Hermandad de San Simón de Rojas, en Móstoles, sur de Madrid.
Desde hace 15 años ofrecen desayunos a colectivos sociales desfavorecidos (suelen ir mendigos o inmigrantes indocumentados) pero desde hace unos meses han habilitado una zona para desempleados.
"El primer día vinieron 150 personas. Había muchos extranjeros solos, mujeres separadas con sus bebés o familias españolas con dos o tres niños a su cargo", explica Toñi Benítez, presidenta de la Hermandad.
La afluencia de comensales ha sido tal que el ayuntamiento y otras 70 asociaciones se han sumado para apoyar la iniciativa. Las asociaciones se turnan para preparar y servir las comidas.
En ese sentido la Taberna Bocatín de Madrid, una de las pioneras de los menús para parados, llegó a atender más de 10.000 personas en sólo unos meses.
La gente sólo tenía que enseñar su documento de desempleado para tener acceso a dos bocadillos y un refresco gratis.
"Yo también fui. Y no me dio vergüenza. Total si todos los que estábamos en la cola teníamos en la mano el mismo papel", comenta Aguilar.
BBC Mundo
Y hay de dónde elegir. En Alicante los hostales 4 You, enfocado a público joven, están ofreciendo habitaciones por menos US$2 la noche.
Asímismo, la empresa Shircity diseña camisetas para desempleados con frases como "Exempleado del mes" o "Parado y Feliz", como una forma de tomarse la difícil situación con humor.
Los gastos de envío, por supuesto, son gratuitos.
También se ofrecen sesiones de spa "para rebajar el estrés" o entradas dos por uno en parque recreativos como el de la Warner Brothers, donde tienes preferencia si enseñas tu documento de parado.
Asimismo comienzan a surgir firmas que reunifican deudas (un esquema utilizado en Estados Unidos) por hipotecas de vivienda o préstamos, a cambio de dinero.
Algunas empresas y locales comenzaron sus ofertas como una manera de solidarizarse con los desempleados pero la demanda aumenta.
Tal es el caso de la empresa Servicio de Restauración y Comidas Preparadas de Medina del Campo donde han conseguido diseñar un menú completo para desempleado por sólo US$4.
"Hemos conseguido bajar el precio gracias a los proveedores cárnicos y de frutas de la zona. El menú está enfocado para desempleados y jubilados con pocos recursos económicos.
Hay personas que no quieren acercarse porque les da verguenza; para ellos tenemos un servicio a domicilio", señala Isabel Eiras Gago, encargada comercial.
Servicios con la tarjeta
Varios ayuntamientos de Andalucía y Extremadura han sacado además una tarjeta de transporte para desempleados. Simplemente hay que acreditar la situación de desempleo y automáticamente se le entrega a la persona una tarjeta recargable con 50 viajes incluidos.El gobierno, por su parte, a través de las empresas de energía, subvenciona el costo de la factura eléctrica del mes a través de un bono que se tiene que solicitar.
El requisito: que todos los miembros de la casa estén en el paro o desempleados. Algo que no es inusual ya que cerca de 1.300.000 familias en España tienen a todos sus miembros sin empleo.
Los parados también pueden tener acceso a cursos de capacitación gratuita, subvencionados por el Estado. El problema es que la demanda es más grande que la oferta y muchos desempleados tienen que conformarse con ser anotados en una lista de espera.
"Está bien que existan estos servicios y ayudas pero por otro lado reflejan un problema enorme. Cerca de donde vivo hay un comedor social donde siempre veo una fila enorme de personas que viven al límite.
Estamos esperando que las cosas mejoren pero ¿y si tardan más de lo que podemos aguantar? Pienso que no estoy tan lejos de esa cola", comenta Aguilar.
Esa delgada línea se puede ver en el comedor de la Hermandad de San Simón de Rojas, en Móstoles, sur de Madrid.
Desde hace 15 años ofrecen desayunos a colectivos sociales desfavorecidos (suelen ir mendigos o inmigrantes indocumentados) pero desde hace unos meses han habilitado una zona para desempleados.
"El primer día vinieron 150 personas. Había muchos extranjeros solos, mujeres separadas con sus bebés o familias españolas con dos o tres niños a su cargo", explica Toñi Benítez, presidenta de la Hermandad.
La afluencia de comensales ha sido tal que el ayuntamiento y otras 70 asociaciones se han sumado para apoyar la iniciativa. Las asociaciones se turnan para preparar y servir las comidas.
En ese sentido la Taberna Bocatín de Madrid, una de las pioneras de los menús para parados, llegó a atender más de 10.000 personas en sólo unos meses.
La gente sólo tenía que enseñar su documento de desempleado para tener acceso a dos bocadillos y un refresco gratis.
"Yo también fui. Y no me dio vergüenza. Total si todos los que estábamos en la cola teníamos en la mano el mismo papel", comenta Aguilar.
BBC Mundo
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