La plataforma de la 'web' change.org, en la que los principales museos del mundo han reunido más de 90.000 firmas para pedir la liberación del artista disidente chino Ai Weiwei, informó hoy de que ha recibido ataques de 'hackers' desde China.
En un comunicado, los organizadores de la campaña aseguraron que los ataques de estos "piratas informáticos" consiguieron paralizar la plataforma de acción cuando la campaña para liberar al famoso disidente, detenido sin cargos desde el 3 de abril, había reunido más de 90.000 firmas procedentes de 175 países.
El creador y activista Ai, conocido por haber participado en el diseño del Estadio Olímpico de Pekín y por su reciente exposición 'Pipas de girasol' en la galería londinense Tate, radicalizó su postura contra el régimen chino desde que en el terremoto de Sichuan de 2008 murieran miles de niños por el desplome de escuelas.
Ai y otros activistas investigaron por su cuenta esta catástrofe hasta desvelar que las escuelas se habían derrumbado debido a la mala calidad de los materiales de construcción por culpa de la corrupción de los funcionarios chinos.
El ciberataque se produce en un momento en el que la plataforma Change.org atrae a diario a 10.000 nuevos defensores de la liberación de Ai, una campaña puesta en marcha por museos de todo el mundo como el Guggenhein de Nueva York, la Tate de Londres o la Asociación de Directores de Museos de Arte.
Según esta fuente, el ataque de negación de servicio (DDOS, por sus siglas en inglés) contra Change.org fue iniciado presuntamente el lunes y logró que la web fuera completamente inaccesible en algunos momentos durante las siguientes 48 horas.
Change.org emitió una petición formal de ayuda tanto al FBI como al Departamento de Estado de EEUU para Asia Pacífico y determinaron que el origen del ataque estaba en China.
"No conocemos la razón o la fuente exacta de estos ataques", explicó en el comunicado Ben Rattray, fundador de Change.org.
"Todo lo que sabemos es que después del éxito sin precedentes de la campaña que llevan a cabo los principales museos del mundo para pedir al Gobierno chino la liberación de Ai Weiwei, nos hemos convertido en víctimas de un ataque altamente sofisticado procedente de China", agregó Rattray.
Los ingeniero de la plataforma consiguieron mantenerla activa durante el ataque, prosiguió esta fuente, pero en algunos momentos tuvieron que recurrir a la ayuda del Gobierno de EEUU, donde la web está alojada.
China asegura que el artista conceptual más famoso del país está siendo investigado por supuestos delitos económicos; algunos medios barajan otras acusaciones no confirmadas como bigamia o plagio, aunque las fuentes oficiales se han negado a explicar por qué el artista sigue detenido sin mediar una orden de arresto, lo que vulnera la ley china.
Ai es el disidente más destacado de los más de 200 activistas, abogados e intelectuales que en los últimos meses han sufrido detenciones, desapariciones, acoso y en algunos casos acusaciones de "subvertir el poder del Estado", la habitual en casos contra presos políticos.
No es la primera vez que el país asiático recibe acusaciones de perpetrar ataques informáticos contra webs de derechos humanos e incluso de gobiernos extranjeros, un extremo que el régimen chino ha negado de forma reiterada.
El Mundo
En un comunicado, los organizadores de la campaña aseguraron que los ataques de estos "piratas informáticos" consiguieron paralizar la plataforma de acción cuando la campaña para liberar al famoso disidente, detenido sin cargos desde el 3 de abril, había reunido más de 90.000 firmas procedentes de 175 países.
El creador y activista Ai, conocido por haber participado en el diseño del Estadio Olímpico de Pekín y por su reciente exposición 'Pipas de girasol' en la galería londinense Tate, radicalizó su postura contra el régimen chino desde que en el terremoto de Sichuan de 2008 murieran miles de niños por el desplome de escuelas.
Ai y otros activistas investigaron por su cuenta esta catástrofe hasta desvelar que las escuelas se habían derrumbado debido a la mala calidad de los materiales de construcción por culpa de la corrupción de los funcionarios chinos.
El ciberataque se produce en un momento en el que la plataforma Change.org atrae a diario a 10.000 nuevos defensores de la liberación de Ai, una campaña puesta en marcha por museos de todo el mundo como el Guggenhein de Nueva York, la Tate de Londres o la Asociación de Directores de Museos de Arte.
Según esta fuente, el ataque de negación de servicio (DDOS, por sus siglas en inglés) contra Change.org fue iniciado presuntamente el lunes y logró que la web fuera completamente inaccesible en algunos momentos durante las siguientes 48 horas.
Change.org emitió una petición formal de ayuda tanto al FBI como al Departamento de Estado de EEUU para Asia Pacífico y determinaron que el origen del ataque estaba en China.
"No conocemos la razón o la fuente exacta de estos ataques", explicó en el comunicado Ben Rattray, fundador de Change.org.
"Todo lo que sabemos es que después del éxito sin precedentes de la campaña que llevan a cabo los principales museos del mundo para pedir al Gobierno chino la liberación de Ai Weiwei, nos hemos convertido en víctimas de un ataque altamente sofisticado procedente de China", agregó Rattray.
Los ingeniero de la plataforma consiguieron mantenerla activa durante el ataque, prosiguió esta fuente, pero en algunos momentos tuvieron que recurrir a la ayuda del Gobierno de EEUU, donde la web está alojada.
China asegura que el artista conceptual más famoso del país está siendo investigado por supuestos delitos económicos; algunos medios barajan otras acusaciones no confirmadas como bigamia o plagio, aunque las fuentes oficiales se han negado a explicar por qué el artista sigue detenido sin mediar una orden de arresto, lo que vulnera la ley china.
Ai es el disidente más destacado de los más de 200 activistas, abogados e intelectuales que en los últimos meses han sufrido detenciones, desapariciones, acoso y en algunos casos acusaciones de "subvertir el poder del Estado", la habitual en casos contra presos políticos.
No es la primera vez que el país asiático recibe acusaciones de perpetrar ataques informáticos contra webs de derechos humanos e incluso de gobiernos extranjeros, un extremo que el régimen chino ha negado de forma reiterada.
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