En las leyendas del pueblo Inuit se pueden encontrar multitud de historias sobre osos engendrados de una hembra de 'nanuk' (oso polar, en su idioma) y un macho 'aklak' (oso grizzly o pardo). Pero hasta hace poco los científicos no atribuían ninguna base real a los relatos. La definición de especie implica el aislamiento reproductivo. Es decir, dos animales de diferente especie no pueden tener descendencia y si consiguen tenerla no es fértil, como ocurre con la mula (mezcla de caballo y burro).
Ahora esta visión ha cambiado. El deshielo del Ártico durante el verano en los últimos años está poniendo en contacto a especies que antes pocas veces se veían obligadas a compartir la misma zona. Los oso polares cada vez pasan más tiempo en tierra debido a la falta de áreas heladas. Y los grizzlys u osos pardos pueden acceder a latitudes más altas gracias a la bonanza del clima.
En abril de 2006, un cazador abatía de un disparo a lo que él pensaba que era un oso polar en la isla de Banks, al norte del Círculo Polar Ártico canadiense. Sin embargo, su aspecto no era el que esperaban ni el cazador ni su guía Inuit.
Hace pocos meses otro híbrido era abatido al oeste del Ártico canadiense. Pero esta vez se trataba de un ejemplar de segunda generación. Los híbridos entre grizzly y oso polar pueden tener descendencia fértil.
Un estudio publicado hoy en la revista 'Nature' por especialistas en fauna del Ártico desvela que la hibridación no es un fenómeno exclusivo de los osos. La investigación ha estado dirigida por Brendan P. Kelly, del Laboratorio de Mamíferos Marinos de EEUU en la NOAA. "Hemos documentado al menos 34 posibles hibridaciones entre poblaciones, especies e incluso géneros distintos", relatan los autores en su artículo.
De las 22 especies involucradas en la investigación, 14 están en la lista de especies amenazadas o en peligro de extinción en su país de origen. Doce casos de hibridación fueron entre individuos de diferente especie y la mitad de ellos eran además de distinto género. Entre los animales hibridados también hay ballenas, marsopas o focas.
El Mundo
Ahora esta visión ha cambiado. El deshielo del Ártico durante el verano en los últimos años está poniendo en contacto a especies que antes pocas veces se veían obligadas a compartir la misma zona. Los oso polares cada vez pasan más tiempo en tierra debido a la falta de áreas heladas. Y los grizzlys u osos pardos pueden acceder a latitudes más altas gracias a la bonanza del clima.
En abril de 2006, un cazador abatía de un disparo a lo que él pensaba que era un oso polar en la isla de Banks, al norte del Círculo Polar Ártico canadiense. Sin embargo, su aspecto no era el que esperaban ni el cazador ni su guía Inuit.
Análisis de ADN
La piel alrededor de sus ojos era más oscura y sus garras eran mucho más grandes de lo normal. Pero la prueba definitiva la aportó un análisis de ADN que determinó que se trataba de la descendencia de un macho de grizzly y una hembra de oso polar.Hace pocos meses otro híbrido era abatido al oeste del Ártico canadiense. Pero esta vez se trataba de un ejemplar de segunda generación. Los híbridos entre grizzly y oso polar pueden tener descendencia fértil.
Un estudio publicado hoy en la revista 'Nature' por especialistas en fauna del Ártico desvela que la hibridación no es un fenómeno exclusivo de los osos. La investigación ha estado dirigida por Brendan P. Kelly, del Laboratorio de Mamíferos Marinos de EEUU en la NOAA. "Hemos documentado al menos 34 posibles hibridaciones entre poblaciones, especies e incluso géneros distintos", relatan los autores en su artículo.
De las 22 especies involucradas en la investigación, 14 están en la lista de especies amenazadas o en peligro de extinción en su país de origen. Doce casos de hibridación fueron entre individuos de diferente especie y la mitad de ellos eran además de distinto género. Entre los animales hibridados también hay ballenas, marsopas o focas.
El Mundo
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