Fuente: La Nacion.
The Huffington Post , una espiral que no deja de incorporar visitantes, es el gran fenómeno, como sitio de noticias de nuevo cuño, de la era digital. Los expertos calculan que para finales de año ya habrá sobrepasado en función de tráfico al sanctasanctórum, The New York Times : la llamada Dama gris del quiosco norteamericano, amenazada por la gran dama de la blogósfera.
La información política ocupa en torno a un 25 por ciento del sitio web. Abre siempre con un gran tema sustentado en una gran imagen. Incorpora 22 secciones: desde política hasta comedia, pasando por tecnología y estilo. Está abriendo nuevas secciones locales: ya está presente en Chicago, Denver, Los Ángeles y Nueva York.
Sin ir más lejos, en la cobertura del vertido de crudo en el golfo de México, The Huffington Post publicó diversos vídeos y enlaces a nuevas informaciones sobre la catástrofe medioambiental. A su vez, el director gerente del Fondo Monetario Internacional contribuía como bloguero con un post sobre crecimiento y empleo. Junto a otros sesudas publicaciones que analizan la actualidad nacional e internacional, se destacaba un mix de noticias donde cabían las fotos de la nueva mansión de Lady Gaga en Beverly Hills, una historia sobre por qué los hombres engañan a las mujeres, o los reveladores secretos de la modelo Kendra Wilkinson, que acaba de relatar en un libro sus encuentros sexuales con Hugh Hefner, fundador de Playboy.
Nada como darse un paseo por la redacción ubicada en el Soho neoyorquino para certificar que se trata de una empresa de la nueva era: un ejército de veinteañeros y treintañeros domina en la redacción. Con 127 empleados, 55 de ellos periodistas, frente a los 1000 de The New York Times , el The Huffington Post produce algunas noticias propias, pero, sobre todo, selecciona noticias de otros medios y las presenta del modo más elegante posible, y genera tráfico hacia esos medios mediante enlaces.
A la pregunta de cuál era la proporción de contenido propio frente a contenido enlazado se obtuvo la respuesta "te buscaré esos datos", cifras que no terminaron de llegar. Se financia mediante publicidad. Llevaban cinco años en pos del santo grial: la rentabilidad.
"Ya somos rentables", anuncia con orgullo Arianna Huffington con su pelo impecable de laca y su elegante chaqueta rosa larga. Eso sí, no facilita cifras. Según publicó Business Insider , los ingresos en 2009 fueron de 11,8 millones de euros.
Cuando puso en marcha este proyecto en mayo de 2005, ¿en algún momento imaginó que podía llegar a convertirse en semejante fenómeno?
Nunca sabes del todo cómo va a ir un proyecto. Fuimos afortunados en el momento del lanzamiento, fuimos el primer sitio que combinó el estar 24 horas, siete días a la semana, a base de noticias seleccionadas con nuestra particular visión, con una gran colección de voces en nuestro blog: empezamos con 500 blogueros y ahora tenemos 6.000. Desde el principio nos dimos cuenta de que la conversación, política y cultural, se movía al entorno online, pero muchas voces importantes no estaban allí.
La tendencia en el tráfico apunta a que antes de finales de año su web podría sobrepasar a la de The New York Times .
Yo prefiero fijarme en dónde estamos ahora. Estamos por delante de The Washington Post , de The Wall Street Journal y del USA Today . Prefiero cuidar nuestra visión de The Huffington Post . El tráfico es muy importante, afecta a los anunciantes, al alcance que tienes, pero no es el único criterio. Si así fuera, perderíamos el toque, la visión de The Huffington Post , que es combinar lo mejor de lo viejo con lo mejor de lo nuevo, los valores del periodismo tradicional (contrastar, ser justo, ser riguroso) y unirlo a todo lo bueno que tiene ser un periódico online. Tenemos una audiencia muy comprometida, el mes pasado recibimos casi tres millones de comentarios, estamos involucrados en todas las redes sociales (Facebook, Twitter)... Nuestros lectores leen, pero también comparten y a veces contribuyen con sus aportaciones a las historias.
Ustedes han apostado claramente por el periodismo ciudadano, pero, ¿en qué medida puede este alcanzar los estándares de calidad profesional, en términos de rigor, de no estar guiado por la opinión?
Yo creo en una fórmula híbrida de periodismo: necesitamos editores profesionales, periodistas profesionales y cientos de ciudadanos periodistas que lo harán como lo hicieron en el último levantamiento que se produjo en Irán, desde sus comunidades.
¿Cuáles considera que fueron las mejores decisiones que tomó para conducir al éxito a su web?
Una de las mejores decisiones fue que desde el principio quisimos que hubiera un ambiente civilizado: no permitimos ataques personales. Tenemos comentarios moderados por la tecnología y por moderadores, y eso crea un ambiente civilizado en el que se puede producir un auténtico debate, en el que puede haber disensiones, pero no una atmósfera tóxica. Una de las cosas que podemos hacer online, que es parte de su ADN, es seguir las historias: das una noticia y cada día añades algo. Nosotros contamos historias. Creemos que una de las cosas más importantes en periodismo es contar historias. No solo dar estadísticas, números, hechos.
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