Fuente:
Publico.
Sólo se puede buscar texto digitalizado
Al principio sólo fue el texto. El ingeniero jefe de búsquedas de Google, que lleva 20 años trabajando con el buscador (10 como investigador universitario y otros 10 ya en plantilla) rememoró ayer la evolución de las búsquedas. Internet ha cambiado la forma de obtener información. Casi toda está disponible, y casi al instante. Pero comentó que hace 20 años era imposible buscar algo más allá del texto. El resto de archivos (imágenes, vídeo o conversaciones) pasaban casi desapercibidas. Para solventar este problema había que etiquetarlas con algún tipo de información textual.
Los resultados se hacen globales
El siguiente paso fue dar con la tecnología necesaria para que los buscadores supieran analizar los bits que componen una fotografía o una película. Hoy encuentran una imagen del mar porque saben que es azul, analizan su textura o colores... Ya se está trabajando para hacer lo mismo con archivos sonoros. La incorporación de la información inmediata dejó de ser un problema hace tiempo. Los servidores de los buscadores ya no pasean por las webs en busca de actualizaciones cada varios días, lo hacen de forma constante. Además, se han suscrito a las páginas que tienen un servicio de RSS (sindicación de contenidos) que les avisa de cualquier cambio.
La traducción a todos los idiomas
En su origen, internet hablaba inglés. La mayoría del contenido estaba vedado a los no angloparlantes para los que aprender esta lengua empezaba a ser imperioso. Pero los buscadores han cambiado la tendencia. Ahora pueden buscar en cualquier idioma y mostrar el contenido traducido y en versión original. Singhal reconoce que traducir a la perfección es muy difícil para una máquina. Pero, como los humanos, aprenden cada vez más. La búsqueda y traducción por voz, presentada hace unos días, casi harán innecesario aprender idiomas.
Los buscadores salen de internet
El siguiente paso era recuperar la información no digital: los viejos libros, los mapas, los edificios y todos los datos que están en la vida real y no en la red. Servicios como Google Maps o Google Books han conseguido llevar a internet toda esta información antes inaccesible.
Búsquedas que sean relevantes
Otra tendencia en la corta historia de los buscadores es la de acercarse cada vez más al usuario. Antes, el resultado que daba el buscador era el mismo para un internauta de Barcelona que para otro de San Francisco. Para conseguir que los resultados sean más relevantes, los buscadores usan la dirección IP del ordenador y dibujan un perfil basado en el historial de búsquedas. La aparición de los móviles con GPS, que permiten localizar a su dueño, han añadido el factor local. Lo último para ganar relevancia es la conexión con las redes sociales. Por lo que mostró ayer Singhal, Google trabaja en una modificación de su página que mostrará, entre los resultados de una búsqueda, información generada por los amigos.
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