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2010/07/26

Nicaragua: El precio humano de extraer el oro

Fuente: El Nuevo Diario.

El oro procedente de las minas de nuestro país es en la actualidad el cuarto producto exportable por su importancia económica (82.5 millones de dólares en el primer semestre 2010), lo cual mejora la economía nacional, sin que se tenga un pleno dominio de los riesgos que esta peligrosa industria pudiera significar en la vida y salud de los pueblos mineros y del medioambiente.

La industria minera juega un importante papel en la transformación productiva de recursos nacionales, generando empleos, estimulando la economía y su descentralización, contribuyendo al aumento del bienestar socio-económico y al alivio de la pobreza.

Hay quienes se atreven a afirmar que la actividad minera promueve el desarrollo regional y sostenible, lo cual por estos días es fuertemente cuestionado por ecologistas de Costa Rica, que marcharán 180 kilómetros para oponerse a la mina de cielo abierto “Las Crucitas”.

La otra cara del problema consiste en que el trabajo de extraer mineral no debiera constituir riesgo para la salud ni para el ambiente. El síndrome del “Potosí Boliviano”, descrito por Eduardo Galeano, continúa vigente en América Latina, poseedora de un gran potencial minero.

Hace 454 años, Georgius Agrícola describió niveles altos de muerte por enfermedades respiratorias en mineros subterráneos de las montañas metálicas de Europa Centro Oriental.

En 1556 Agrícola afirmó: “La minería es una profesión peligrosa, ya que los mineros mueren a veces por el aire pestilente que respiran. En ocasiones sus pulmones se pudren… el polvo constantemente entra en la sangre y los pulmones produciendo dificultad respiratoria. Cuando el polvo es corrosivo ulcera los pulmones y provoca la consunción. De ahí, que en los montes Cárpatos, algunas mujeres hayan tenido siete esposos, pues a todos ellos los ha llevado a la tumba esta terrible enfermedad.

Riesgos del trabajo en minas
Independientemente del tipo de mina, si se trata de una explotación a cielo abierto o subterránea, sea grande o pequeña, los riesgos a que se ven expuestos los trabajadores pueden resumirse así:

Riesgos ambientales:
Dificultades del trabajo bajo tierra como oscuridad, calor, humedad, fríos, calambres, radiaciones cancerígenas (Radón 222), presión atmosférica y exposición al metano, capaz de producir explosiones como la de hace menos de un mes en una mina de carbón en Amagá, Colombia, que mató a 80 mineros. En las minas de Colombia han fallecido en los últimos cinco años (sin incluir la tragedia de Amagá) 71 mineros y 80 han resultado heridos.

En Chile, en lo que va de 2010 se han registrado 22 accidentes mineros con 23 víctimas mortales.

El 15 de febrero de 2005, una explosión de gas en una mina china, ocurrida diez minutos después de un sismo, dejó 203 muertos. El año 2008 fue uno de los “mejores años” para los mineros chinos pues el reporte fatídico fue de un poco menos de 100,000 operarios de minas fallecidos en un año, país que ocupa el primer lugar por tener la minería más letal del mundo, en especial en los pozos hulleros.

En los años 60 la explosión en una mina de Virginia Occidental, Estados Unidos, produjo la muerte de 200 trabajadores y gracias a las luchas reivindicativas se promulga el “Acta de Salud y Seguridad Ocupacional” de 1971 (OSH ACt) que sirve de marco referencial de leyes sociales, normativas de higiene y seguridad ocupacional y la creación del Instituto Nacional de Salud y Seguridad Ocupacional (NIOSH, USA).

Riesgos específicos del trabajo:
Trabajo intenso, ruido, vibraciones, explosivos. En abril del pasado año, 18 personas murieron, tres resultaron heridas y dos desaparecidas por la explosión de un cargamento de dinamita en una mina de carbón de Hunan, China.

Al evaluar la peligrosidad de la minería, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) afirman que los explosivos, inundaciones y explosiones son graves, pero “es el polvo el elemento que más afecta la salud del trabajador en todo el mundo”.

Envenenamiento o intoxicaciones:
Debido a vapores provenientes de explosivos, motores diesel, resinas, cintas transportadoras de PVC, adhesivos y líquidos no inflamables, esteres, fosfatos y glicoles.

Riesgos biológicos:
En aquellas minas con puntales de madera o donde se utilizan animales de tiro. Algunos lugares de trabajo pueden estar plagados de ratas que transmiten leptospirosis, virus hanta y otras infecciones graves.

Silicosis: Peligrosa enfermedad ocupacional
La silicosis es una enfermedad conocida desde los tiempos de Hipócrates, quien en el año 460 a.C. escribió sobre “las dificultades respiratorias de los trabajadores en minas de metales”. Por silicosis entendemos una enfermedad pulmonar causada por la inhalación de aire que contiene sílice o silicio (SiO2) y que a nivel del tejido pulmonar produce nódulos y fibrosis (endurecimiento) pudiendo manifestarse de una forma mortal (silicosis aguda), como silicosis acelerada que mata a mediano plazo por severa dificultad respiratoria o la forma crónica, cuando se asocia a tuberculosis surge la grave complicación llamada silico-tuberculosis que es invalidante o mortal.

Esta enfermedad pulmonar ocurre en trabajadores de diversas ocupaciones: minería, minas de arena, excavación de túneles, corte de roca, fundición, pulimento con arena. En 1930 en West Virginia (USA) durante la excavación de un túnel 476 trabajadores fallecieron y 1500 resultaron afectados de silicosis.

Cuidar a nuestros mineros

Se ha reconocido que no es posible erradicar todos los peligros del mundo laboral minero, pero si pueden ser controladas las causas de la mayoría de los riesgos. Es fundamental la unión de esfuerzos de la patronal, los trabajadores y la voluntad política del Estado de hacer cumplir leyes nacionales y convenios internacionales. El funcionamiento de los Comités de Higiene y seguridad del trabajo en el que participan con sentido de compromiso las partes involucradas es una experiencia comprobada y eficaz.

En nuestro país algunas empresas mineras de la Costa Cribe han recibido premios por la promoción de la seguridad ocupacional, lo cual constituye una grata noticia.

La responsabilidad del Estado de dotar la actividad mineral de un conjunto multidisciplinario de normas continúa siendo una necesidad vigente. Los factores de riesgo mencionado amenazan a nuestros mineros y no hay que esperar una dolorosa tragedia bajo tierra (quizás dos veces subterránea, ojalá que no) para adoptar acciones.

La prevención primaria tiene como propósito la disminución de la incidencia de la o las enfermedades, se logra al eliminar la exposición excesiva al agente nocivo, por ejemplo el silicio. Si es imposible eliminar el agente la exposición se debe minimizar con la ayuda de la tecnología.

La prevención secundaria consiste en realizar diagnósticos oportunos y beneficia a los trabajadores afectados con la disminución del riesgo del avance de la enfermedad. Para ello son necesarios programas de vigilancia, monitoreo de la función pulmonar, radiografías de tórax y controles médicos periódicos.

Todo proyecto o actividad económica deberá poner siempre en primer lugar al hombre y la preservación sostenible del medio ambiente. En este empeño, “todos somos responsables de todos” porque “la vida de un solo ser humano vale más que la fortuna del hombre más rico de la tierra”.

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