Fuente: El Mundo.
La semana pasada Google aceptó la orden de compra directa del último Nexus One libre. A partir de ahora, el teléfono del buscador sólo se venderá a través de operadores. Es una lástima, la verdad, aunque las cifras no acompañaban a la aventura de Google. Nexus One se ha vendido poco a través de la web a pesar de ser probablemente el mejor terminal Android del mercado.
Llevo dos semanas utilizando un Nexus One de Vodafone. La operadora lo tiene en catálogo desde finales del mes de mayo con un precio entre 0 y 199 euros dependiendo del tipo de contrato y la mensualidad escogida.
La experiencia ha sido mucho mejor que la que he tenido con otros modelos de Android. A diferencia de los teléfonos de HTC o Motorola Nexus One viene con el sistema operativo de Google sin adulterar. No hay capas de software extra, no hay “widgets” (pequeños programas de escritorio) innecesarios y la sensación, al moverse por los menús es que todo va bastante más fluido.
A destacar del Nexus One, sin duda, la pantalla de 800×480 píxeles. Tiene 3,7 pulgadas de diagonal, que hoy en día es una cifra conservadora dentro del mundo Android. Muchos de los últimos teléfonos que llegan estos meses al mercado apuestan por pantallas enormes. Mi opinión es que una pantalla más grande no equivale a un mejor experiencia, sobre todo si la resolución se mantiene. Nexus One es cómodo de llevar en un bolsillo y fácil de manejar con una sola mano.
Uno de los inconvenientes de la tecnología AMOLED con la que está fabricada la pantalla es que en exteriores resulta más difícil de ver que las pantallas IPS o TFT LCD. A cambio en interiores ofrecen un brillo y contraste sorprendente. La cámara de cinco megapíxeles es buena, aunque no muy rápida, e incluye un flash LED para situaciones de baja luminosidad.
Nexus One viene con la versión 2.1 del sistema operativo Android. Mi opinión, que ya he comentado en otras ocasiones en el blog, es que Android tiene un gran potencial y gana con cada nueva versión que llega al mercado pero aún tiene que pulir la interfaz y experiencia de uso y mejorar mucho su tienda de aplicaciones, tanto en calidad como en facilidad de uso.
Uso un iPhone como teléfono principal, y me ha costado, por ejemplo, encontrar juegos que puedan igualarse en calidad a los disponibles para el teléfono de Apple. Algunas aplicaciones, como Facebook, son mucho mejores también en el teléfono de la manzana.
Como contrapunto el teléfono de Google maneja mucho mejor las notificaciones (correos recibidos, citas de calendario…) y supera fácilmente al iPhone en las aplicaciones nativas de Google. Maps, por ejemplo, es mucho más potente y completa en Android que en iPhone y viene ahora con la posibilidad de usar el teléfono como navegador GPS sin necesidad de comprar un aplicación por separado, como ocurre en el iPhone.
Mi principal frustración con el teléfono ha sido tener que quedarme en la versión 2.1 del sistema operativo. La 2.2 ya está disponible para los Nexus One libres pero la actualización de este modelo depende de Vodafone, que aún no la ha lanzado. Esta dependencia de Android de fabricantes y operadores para actualizar los teléfonos sigue siendo el principal problema de la plataforma. Con un poco de maña se puede instalar (requiere cambiar el firmware y el bootloader del teléfono), pero no es algo recomendable para un usuario medio.
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