La cifra de desempleo en Estados Unidos descendió dos décimas en junio, hasta situarse en el 9.5%, el nivel más bajo en casi un año.
Esta bajada se produjo a pesar de que la economía estadounidense registró una reducción de 125.000 empleos en ese mismo mes.Pero algunos analistas han asegurado que la cifra no es tan positiva como parece.
Afirman que lo que ocurre en realidad es que descendió el número de personas buscando activamente un trabajo, y que son oficialmente contados como desempleados.
El mercado laboral continuaría, sin embargo, mostrándose débil.
El editor de economía de la BBC, Andrew Walker, afirma que la imagen que arrojan estas cifras sugiere que el mercado laboral no está dando señales de recuperación que sean lo suficientemente convincentes.
Preocupación
Según los datos, se registró un incremento en el número de empleados en el sector privado, algo que los inversores podrían ver como positivo.Pero ese incremento, de 83.000 puestos, no es suficiente para mantener el equilibrio con el número creciente de población.
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Además, se produjo un importante descenso del número de personas trabajando para el gobierno en el censo, lo que significa que, a grandes rasgos, hubo menos personas que trabajaron el mes pasado.
En las últimas semanas ha habido mucha especulación acerca de si la recuperación de la economía estadounidense y la del resto del planeta estaban dando muestras de debilitamiento.
Las nuevas cifras sobre el desempleo no son lo suficientemente malas como para indicar una inminente vuelta al período de recesión, señala Walker, pero refuerzan las preocupaciones acerca de la decaída del crecimiento económico.
Si el mercado laboral continúa siendo débil, los problemas que enfrenta el gobierno estadounidense a la hora de controlar sus finanzas se agravarán.
Obstáculo al crecimiento
Un menor número de personas trabajando significa menor recaudación de impuestos y más gastos en el subsidio de desempleo, complicando aún más la contención del endeudamiento del gobierno.El presidente Obama manifestó que las cifras son una muestra de que la economía estadounidense se encontraba en el buen camino, pero no avanzaba de forma lo suficientemente rápida.
Los altos índices de desempleo continúan siendo un fuerte obstáculo al crecimiento sostenido.
Según los analistas el alto desempleo mantiene baja la confianza del consumidor, impidiendo que las ventas crezcan rápidamente.
En un país como EE.UU., donde las ventas directas al consumidor constituyen dos tercios de la actividad económica, existe la preocupación de que, hasta que no haya más personas con trabajo, la economía sólo será capaz de crecer modestamente.
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