Más allá de las motos de carreras, si hay algo que le encanta a Valentino Rossi son las cámaras de televisión, consciente como es el italiano de lo bien que le ha venido a su bolsillo convertirse en el icono mundial del motociclismo moderno.
Rossi se ha ganado con el sudor de sus muecas y celebraciones la popularidad, pero también es consciente de lo mucho que le debe a Dorna, la empresa española que maneja el Mundial de MotoGP desde su sede de Sant Just Desvern (Barcelona). De ahí que la compañía tuviera muy claro quién iba a ser el conejillo de indias, el actor que probaría su último invento: la primera cámara de a bordo giroscópica de la historia.
Dorna ha estado pendiente esta semana de la evolución de Il Dottore, que hace un mes se destrozó la pierna derecha en el circuito de Mugello, y que ayer confirmó que se reincorporará al campeonato este fin de semana, en Sachsenring (Alemania).
En el Gran Premio que se disputó en Jerez en 2003, Rossi fue el primero en incorporar en su máquina -entonces aún corría para Honda- una cámara capaz de captar los movimientos del piloto encima de la moto. Se la bautizó como cámara boot, que, en la jerga, hace referencia al trasero.
La negociación con Honda la llevó Sergi Sendra, el director del departamento de producción de Dorna. Los japoneses, muy celosos, no querían que el aparato asomara más de un par de centímetros del colín -finalmente fueron cuatro-, y mucho menos que se colocara en la moto del italiano, que entonces era su boque insignia.
Este viernes, su Yamaha volverá a estrenar una nueva cámara. Sendra no ve el momento de que los telespectadores puedan darse cuenta del avance que supone este aparatito desde el punto de vista narrativo. "Lo que permite este nuevo invento es imitar la acción de la cabeza del piloto. Al tomar una curva, la moto y el corredor se inclinan, pero el corredor trata de mantener el horizonte como referencia y eso es lo que ahora va a poder verse desde casa", asegura el técnico catalán, que, además, se encarga de realizar todas las carreras de MotoGP.
Inclinación de 60 grados
Con este nuevo artilugio, Dorna pretende que la gente, desde su casa, sea consciente de lo que realmente significa inclinarse a 60 grados con respecto al asfalto. "Esta cámara es sólo el principio, el punto de partida, pero llegarán otras, que colocaremos en otras zonas y nos ofrecerán nuevos puntos de vista", añade Manel Arroyo, director general de la compañía.¿Qué tiene de especial esta cámara que la hace única? "Pues el módulo inercial que incorpora en su interior, que se compone de tres acelerómetros y un giroscopio triaxial, brújula, GPS y microprocesador. Todo ello, además de la óptica giratoria, metido en una carcasa más pequeña que un paquete de tabaco", tercia Sendra.
Para llevar a cabo este proyecto ha sido necesaria la colaboración de mucha gente. Los ingenieros y técnicos del departamento on board de Dorna son los que han diseñado el artilugio, mientras que el resto de los componentes han sido fabricados por empresas afincadas en España.
"No encontrábamos a nadie que hubiera creado una centralita tan precisa y que, a la vez, fuera tan pequeña. Y finalmente, esa posibilidad nos la ofreció UAV Navigation (Madrid), la empresa que suministra el material a la organización de la Red Bull Air, la Fórmula 1 (F-1) del aire. Gracias a todos estos elementos, lo que conseguimos es tener en todo momento las coordenadas de la moto, en los tres planos (horizontal, vertical y de profundidad). O sea, conocer exactamente su posición", concluye el técnico.
Cuando sólo falta un día para que Valentino Rossi vuelva a subirse a su Yamaha M1, un mes después de sufrir el accidente más terrible de su trayectoria deportiva, es difícil saber quién estará más contento: si Il Dottore por volver a pilotar o Sendra por enseñarselo al mundo.
DORNA: www.dorna.com/cast/index.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario