Nunca una nación emergente entregó la sede del Mundial de fútbol a otra nación emergente -lo que ocurrirá por primera vez esta semana-, cuando Sudáfrica pase la responsabilidad de organizar el torneo de 2014 a Brasil.
Para dar inicio a la cuenta regresiva oficial hasta 2014, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva reservó un lugar para ver la final en Johannesburgo este domingo.Lula a menudo comienza sus frases diciendo: "Nunca antes en la historia..."
El ex obrero que llegó a ser presidente dice que muchas cosas ocurrieron por primera vez durante sus dos mandatos en el poder, que finalizarán en diciembre.
Nunca antes en la historia de Brasil tanta gente dejó las filas de la pobreza para ascender en la escala social y convertirse en consumidores, y nunca antes un presidente de Brasil ha establecido lazos con tantos países previamente ignorados.
Así que al cerrar África la primera Copa del Mundo en su suelo, esa ceremonia de entrega inédita sirve para establecer un paralelismo con los crecientes lazos entre el continente africano y las potencias emergentes como Brasil, que buscan ampliar su capital.
El despegue de África
Una década de crecimiento concluyó con la Copa del Mundo en Sudáfrica, algo visto por muchos como la cereza que corona el pastel. África se ha convertido en un destino atractivo para los inversores extranjeros.El crecimiento en el continente en 2000-08, fue cercano al 5%, más rápido que el promedio mundial de 3,8%. La inversión extranjera se ha disparado desde US$10.000 millones al comienzo de la década, hasta US$88.000 millones.
Un informe del Boston Consulting Group identificó a ocho países africanos conocidos como "Los Leones de África", apodo que se ganaron gracias a la fortaleza de su economía y de sus empresas: Argelia, Botswana, Egipto, Libia, Mauricio, Sudáfrica, Marruecos y Túnez.
El estudio constató que los ingresos de las principales 500 empresas de África (exceptuando los bancos) han aumentado en promedio 8,3% anual desde 1998.
La empresa consultora McKinsey estima que 200 millones de africanos entrarán al mercado de consumo en los próximos cinco años gracias al aumento de los niveles de vida.
Y dentro de los próximos 30 años la población en edad de trabajar será más del doble de los actuales 500 millones de personas, para alcanzar los 1.100 millones.
China adelante
El potencial de África y sus recursos han convertido al continente en una especie de campo en donde los grandes jugadores no sólo provienen de los países desarrollados sino, cada vez más, de las naciones emergentes, entre ellas de la propia África."Actualmente China, Brasil y Sudáfrica están todos tratando de ampliar su capital en África", dice el investigador Gilbert Achcar, de la Escuela de Estudios Orientales y Africanos (SOAS, por sus siglas in inglés) de la Universidad de Londres.
China tiene el más "alto perfil" y la más "antigua" participación en el continente, impulsada por razones estratégicas que incluyen la obtención de recursos de energía para alimentar su crecimiento acelerado, dice Achcar.
Y ahora Sudáfrica está "en una mejor posición ya que no enfrenta la barrera política (entre ella y el continente), creada por el apartheid".
Empresas indias como el fabricante de autos Tata Motors están también inyectando grandes sumas de dinero en África. El año pasado vendieron al continente US$15.000 millones.
Por su parte, las empresas brasileñas le vendieron a África US$9.000 millones en 2009.
Los aproximadamente US$25.000 millones del comercio bilateral anual entre Brasil y el continente africano, son una cuarta parte del volumen negociado con China.
Sin embargo, Lula ha señalado que las relaciones entre su país y África no son sólo acerca de negocios.
"Compartimos rasgos físicos, espirituales y culturales que hacen de Brasil el segundo país africano en el mundo", dijo Lula a los delegados que asistieron a una cumbre de África Occidental y Brasil en Cabo Verde.
El presidente brasileño recordó el año 2005 cuando, durante una visita a Senegal, pidió a las naciones africanas "perdón" por el comercio de esclavos que sobrevivió durante todos los años coloniales.
"Aquello no fue sólo una frase hecha para el momento. Era la sensación de un ciudadano brasileño que reconoce que Brasil no sería el mismo si no fuera por los millones de africanos que participaron en la construcción del país".
Enfocado a los negocios
Bajo el gobierno de Lula, quien ha estado en África once veces y visitó 25 países en siete años -más que todos sus predecesores juntos-, la cooperación ha florecido y ha tomado formas innovadoras.Brasil ha anunciado asociaciones financiadas con dinero de Estados Unidos. para aumentar los rendimientos y la calidad de los productos agrícolas africanos, inaugurando lo que él llama "las relaciones Sur-Sur-Norte".
Una de las misiones clave del ente agrícola brasileño es conducir las transferencias de tecnología para ayudar a África a producir los muy necesarios alimentos para su creciente población.
Lula ha revelado también sus planes para crear una universidad afro-brasileña, ofreciendo 5.000 plazas para estudiantes africanos y otras 5.000 para los brasileños.
El proyecto está en las etapas finales de aprobación en el Congreso y Lula espera poner la "primera piedra" antes de que finalice el año, cuando también termina su gestión como presidente.
Lula insistió en que no alentará la llamada "fuga de cerebros", sino que ayudará a la implementación de capacidades en África.
"Los estudiantes tendrán el compromiso de pasar algún tiempo de regreso en África. Queremos ayudar a formar profesionales, totalmente necesarios para trabajar en el continente".
Al mismo tiempo que China es criticada por "importar" trabajadores chinos a los proyectos de construcción en el continente africano, disminuyendo uno de los principales beneficios de la inversión directa, Brasil asegura que está ayudando a África a "encontrar su destino, libre de nuevas formas de dominación".
No obstante, James Victor Gbeho, presidente del bloque económico de Estados de África Occidental (ECOWAS, por sus siglas en inglés), señaló que las relaciones entre África y Brasil tienen aún un largo camino para cumplir su potencial.
"Brasil y África están vinculadas por la historia y la cultura y hay una iniciativa sin precedentes en la cooperación", dijo Gbeho.
"Sin embargo, la relación no debe ser sólo sentimental. Esperamos una relación que mejore el nivel de vida de nuestros pueblos".
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