El índice de la bolsa de Shanghái cerró este lunes a su nivel más bajo en 15 meses, tras conocerse datos que señalan que la economía china estaría registrando un crecimiento más lento.
El indicador cayó un 0,8%, para cerrar al final del día en los 2.364 puntos, el nivel más bajo desde abril de 2009.Shanghái fue uno de los primeros mercados mundiales en recuperarse tras la crisis financiera global, y alcanzó su nivel máximo en agosto de 2009.
Desde entonces, ha caído un 32%.
La venta de autos en China decreció en junio, lo que algunos analistas vieron como la más reciente señal de que la economía del país asiático comenzó a enfriarse.
Fuerte desaceleración
La venta de automóviles de pasajeros subió un 10,9% en junio, en comparación con el año anterior, frente a una tasa de crecimiento del 25% en mayo.El jueves de la semana pasada se informó que el índice PMI, una herramienta que mide la salud del sector manufacturero, cayó a 52,1 puntos en junio, desde los 53,9 de mayo.
No obstante, cualquier cifra por encima de 50 puntos indica que hay expansión en la producción manufacturera.
Y este lunes, el banco HSBC anunció que un índice similar que elabora para el sector de servicios de China cayó a un mínimo de 15 meses, a 55,6 puntos en junio, desde los 56,4 en mayo.
"La bolsa de valores de China ha tenido un año bastante malo hasta ahora", dijo Dariusz Kowalczyk, economista de Credit Agricole en Hong Kong.
"La economía todavía está creciendo, pero se está desacelerando marcadamente", aseguró.
El gasto gubernamental
Kowalczyk cree que el ritmo de desaceleración de la economía se debe principalmente a una caída en el gasto público en comparación con el año pasado.El gobierno chino aumentó el gasto, en particular las inversiones en nuevas infraestructuras, en respuesta a la recesión mundial. Pero el programa actual de expansión fiscal está por terminar, y expirará al final de este año, explicó Kowalczyk.
Agregó que si bien la desaceleración de la economía de Estados Unidos no ha afectado a China hasta ahora, es probable que termine por afectar las exportaciones chinas a EE.UU. durante el segundo semestre del año, disminuyendo aún más el crecimiento chino.
La decisión china, a fines de junio, de permitir la flexibilización del yuan hizo sentir un cierto optimismo sobre la salida mundial de la crisis económica.
Según el analista en temas económicos de BBC Mundo, Marcelo Justo, la decisión de Pekín fue más política que económica, pero mostró una tendencia que ha calmado a los mercados.
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