Casi cien bancos de Europa rendirán un test este viernes para saber si son capaces de resistir una nueva recesión económica u otra caída del mercado de la vivienda.
Tras la crisis financiera de 2008, y durante meses, ha habido temores de que muchos bancos europeos sean demasiados débiles para resistir más embates económicos, así se trate de recesiones, caída del mercado de la propiedad o cesación de pagos por parte de gobiernos morosos.Para ahuyentar estos temores, los reguladores de la Unión Europea han estado sometiendo a examen a 91 de los mayores bancos para ver si pueden sobrevivir a la presión.
Los exámenes se conocen como pruebas de estrés y los reguladores determinarán si alguno de estos 91 bancos necesita recabar más capital como protección contra futuras pérdidas.
Señales ambiguas
Estos exámenes se llevan a cabo con el objetivo de restituir la confianza en el sector bancario y todo parece indicar que sólo una pequeña cantidad de bancos fallará el examen.Sin embargo, esto no significa necesariamente que vuelva la confianza, ya que quienes les prestan a los bancos mantienen el temor de que los exámenes no sean suficientemente rigurosos.
Según el editor de empresas de la BBC, Robert Peston, si los acreedores de los bancos concluyeran que la evaluación es confusa e inoperante, los bancos continuarán encontrando dificultades para reunir dinero, lo que también significa que les costará prestar.
Peston advierte que esto podría aumentar el riesgo de que Europa vuelva a caer en recesión y que tengamos que presenciar una nueva crisis bancaria.
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