La fauna de las grandes reservas africanas está desapareciendo a pesar de la protección. Desde 1970 hasta 2005, las reservas naturales africanas han perdido el 59% de sus grandes mamíferos, un grupo que incluye especies emblemáticas de ese continente como leones, búfalos, elefantes y muchas especies de antílopes. Ese es el resultado de un estudio que ha analizado el estado de 69 especies en 78 reservas naturales y que publica Biological Conservation.
"Nuestro estudio es el más completo que se ha realizado hasta la fecha sobre los parques africanos", explica a Público Ian Craigie, zoólogo de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y uno de los autores del trabajo. El estudio, en el que también han participado expertos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), alerta de que el ritmo de desaparición puede convertir en papel mojado los objetivos de la Convención de Diversidad Biológica firmada en 2002, y en la que 188 países se comprometieron a frenar la pérdida de especies para 2010.
Los autores del presente estudio coinciden con Western. De todas las reservas analizadas, las que más fauna han perdido son las que menos presupuesto y personal tienen para vigilar a cazadores furtivos. El trabajo incluye zonas protegidas de 15 países entre las que se encuentran las de más renombre, como el Parque Nacional Kruger de Suráfrica o el cráter del Ngorongoro, de Tanzania, uno de los mayores refugios de especies únicas en el mundo. Un 22% de las especies estudiadas están amenazadas, según la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN).
Los autores han analizado datos de trabajos anteriores, así como recuentos de fauna de los propios parques. En algunos casos la información ha tenido que ser obtenida bajo condición de anonimato por miedo a represalias, explican los investigadores. Aunque los datos registran un declive general, determinadas regiones salen mejor paradas que otras.
Las reservas que más fauna han perdido son las de África Occidental, representada por países como Guinea Ecuatorial, Costa de Marfil y Senegal. Entre las especies en declive en estos países se encuentran el jabalí verrugoso, el búfalo cafre y el rinoceronte negro, además de muchos antílopes. También pierden grandes mamíferos los parques de África Oriental, donde el 48% ha desaparecido. En este grupo se encuentran míticas reservas naturales como Masai Mara en Kenia, el parque del Serengueti, en Tanzania, o el Parque Nacional de Kibale, en Uganda.
La única región donde la población de grandes mamíferos ha crecido es el sur del continente, representado por reservas en países como Suráfrica, Namibia o Lesotho. En estos países las reservas están mejor subvencionadas y su existencia depende de la salud de sus poblaciones de leones, elefantes y otros animales que atraen a cientos de miles de turistas cada año.
"Nuestro estudio es el más completo que se ha realizado hasta la fecha sobre los parques africanos", explica a Público Ian Craigie, zoólogo de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y uno de los autores del trabajo. El estudio, en el que también han participado expertos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), alerta de que el ritmo de desaparición puede convertir en papel mojado los objetivos de la Convención de Diversidad Biológica firmada en 2002, y en la que 188 países se comprometieron a frenar la pérdida de especies para 2010.
Reservas inservibles
El año pasado, un estudio en Kenia ya puso en el disparadero a los parques nacionales y demás reservas naturales de algunos países. En concreto, aseguraba que jirafas, elefantes, impalas y muchos otros mamíferos están desapareciendo al mismo ritmo dentro y fuera de las reservas. Entre 1977 y 1997, murió el 40% de los mamíferos que viven en ese país. El biólogo de la Universidad de California (EEUU) David Western, director del estudio, apuntaba a la caza ilegal, la falta de beneficios para la población local que aportan las reservas y la corrupción como mayores responsables del declive.Los autores del presente estudio coinciden con Western. De todas las reservas analizadas, las que más fauna han perdido son las que menos presupuesto y personal tienen para vigilar a cazadores furtivos. El trabajo incluye zonas protegidas de 15 países entre las que se encuentran las de más renombre, como el Parque Nacional Kruger de Suráfrica o el cráter del Ngorongoro, de Tanzania, uno de los mayores refugios de especies únicas en el mundo. Un 22% de las especies estudiadas están amenazadas, según la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN).
Los autores han analizado datos de trabajos anteriores, así como recuentos de fauna de los propios parques. En algunos casos la información ha tenido que ser obtenida bajo condición de anonimato por miedo a represalias, explican los investigadores. Aunque los datos registran un declive general, determinadas regiones salen mejor paradas que otras.
Las reservas que más fauna han perdido son las de África Occidental, representada por países como Guinea Ecuatorial, Costa de Marfil y Senegal. Entre las especies en declive en estos países se encuentran el jabalí verrugoso, el búfalo cafre y el rinoceronte negro, además de muchos antílopes. También pierden grandes mamíferos los parques de África Oriental, donde el 48% ha desaparecido. En este grupo se encuentran míticas reservas naturales como Masai Mara en Kenia, el parque del Serengueti, en Tanzania, o el Parque Nacional de Kibale, en Uganda.
La única región donde la población de grandes mamíferos ha crecido es el sur del continente, representado por reservas en países como Suráfrica, Namibia o Lesotho. En estos países las reservas están mejor subvencionadas y su existencia depende de la salud de sus poblaciones de leones, elefantes y otros animales que atraen a cientos de miles de turistas cada año.
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