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2010/07/21

5,2 millones de pacientes usan fármacos anti VIH

Fuente: Publico.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) aprovechó ayer la XVIII Conferencia Internacional sobre Sida que se celebra en Viena (Austria) hasta el viernes para hacer públicos los nuevos datos sobre acceso a antirretrovirales, los fármacos que mantienen a raya la infección por VIH y que han reducido de forma drástica las muertes por sida.
En 2009, iniciaron el tratamiento con este tipo de medicamentos 1,2 millones de personas, lo que hace que la cifra de usuarios de antirretrovirales alcance ya los 5,2 millones. En 2008, eran cuatro millones los receptores de estos tratamientos, por lo que esta es la mayor subida registrada en un solo año desde que comenzó la pandemia. "Se sospechaba que íbamos a rondar los cinco millones, pero haberlos superado ha sido una sorpresa", admitió ayer una portavoz de ONUSIDA, el programa de Naciones Unidas para la lucha contra la enfermedad.
Esta buena noticia se ve empañada, no obstante, con la amenaza de muchos Gobiernos de recortar los fondos dedicados a frenar el avance de la pandemia. De hecho, el recinto donde se celebra esta conferencia internacional está empapelado con carteles de un montaje fotográfico que superpone las caras de Barack Obama y George Bush con el lema "¿Quién es mejor en la lucha contra el sida?". La frase hace referencia al recorte de fondos que, según las ONG, está llevando a cabo en la sombra el Gobierno de EEUU, el país que más dinero aporta en la lucha mundial contra el VIH.

Garantía de sostenibilidad

Y es que es inevitable, ante los datos presentados por la OMS que se detallarán por regiones en el tradicional informe que presenta el organismo en septiembre, preguntarse cómo se puede garantizar la sostenibilidad de un tratamiento para tantos millones de personas. Sobre todo si se tiene en cuenta que la propia OMS ha pedido que aumente el número de individuos candidatos a recibir la terapia.
Hasta ahora, las guías de práctica clínica recomendaban que sólo se trataran los seropositivos a los que les bajaban las defensas a un número determinado o que tuvieran una carga viral muy elevada. Sumando a todas las personas en esa situación, se calculaba que diez millones de personas en el mundo requerían de tratamiento antirretroviral.
Pero ayer, a la vez que hacía público el éxito de los nuevos datos, ONUSIDA pedía que se tratara a determinados colectivos de seropositivos como los que padecen también tuberculosis o hepatitis B con independencia del estado de sus defensas. Si se ponen en práctica estas nuevas recomendaciones las guías clínicas de 2010, el número de personas que requerirán de tratamiento ascenderá a 15 millones.
La petición no pretende aumentar los costes dedicados a la terapia contra el VIH. Al contrario, con esta medida se busca reducir el número de nuevas infecciones se calcula que se producen dos millones cada año y los costes sanitarios asociados al tratamiento tardío de los infectados. Porque tratar al máximo número de personas y hacerlo cuanto antes no supone sólo un beneficio personal para el seropositivo, sino para la sociedad. Según han demostrado diversos estudios científicos, los pacientes que reciben antirretrovirales, con independencia de sus conductas de riesgo, tienen menos capacidad de transmitir el virus.
Evitar el retraso terapéutico y la sostenibilidad del tratamiento anti VIH no sólo es prioridad en los países más afectados por la pandemia, como los situados en el África subsahariana, sino también en España. El secretario general del Plan Nacional sobre Sida, Tomás Hernández, explicó ayer que "aunque hay menos casos nuevos, cada vez son más las personas que conviven con el VIH porque, afortunadamente, estas no fallecen". Por esta razón, hay que trabajar en fórmulas que garanticen que todos los seropositivos reciban sus tratamientos, como sucede hasta ahora. "Lo vamos a conseguir pero tiene su complejidad", recalcó Hernández.
Sin embargo, y a pesar de las protestas de las ONG, en esta ocasión el debate parece no estar centrado tanto en cuánto dinero se destina a la lucha contra el sida, sino en cómo se invierte. En esta línea fue la intervención de un clásico en estas conferencias, el expresidente estadounidense Bill Clinton, que abogó ayer a favor de una utilización más eficaz de los fondos movilizados contra la enfermedad en estos tiempos de crisis. Clinton, que preside una fundación con su nombre, aseguró que ya lo está haciendo en sus propios programas. "En demasiados países, demasiado dinero va a demasiada gente que asiste a demasiadas reuniones, que toma demasiados aviones para hacer demasiada asistencia técnica", recalcó el ex presidente. "Cada dólar que despilfarramos pone vidas en peligro", sentenció.
En la misma línea se expresó el presidente de Microsoft, Bill Gates que, bajo la Fundación Bill & Melinda Gates, es uno de los mayores contribuyentes a la lucha contra el sida. "A la vez que seguimos haciendo campaña para conseguir más financiación, tenemos que asegurarnos de que estamos obteniendo el beneficio máximo de cada dólar que logramos", apuntó.
A pesar de esta advertencia, el tono de Gates fue de los más optimistas escuchados ayer en Viena. El presidente de Microsoft hizo diversas menciones a los logros obtenidos hasta la fecha y reconoció el valor de los datos nuevos publicados por ONUSIDA, que implican que, en sólo seis años de 2003 a 2009,se haya multiplicado por 12 el acceso a tratamientos antirretrovirales en el mundo.
"Atrayendo atención al asunto del VIH, también hemos despertado al mundo a otros problemas sanitarios que afectan a los más pobres, como la malaria y la tuberculosis, donde estamos siendo testigos de éxitos muy destacados", comentó Gates.
El filántropo estadounidense insistió en la necesidad de mejorar en la prevención del VIH.

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