Miles de italianos marcharon en Roma para protestar contra el plan de austeridad del gobierno italiano, que consideran injusto, y que incluye, entre otras cosas, un recorte de los sueldos de los trabajadores del sector público.
Cerca de 100.000 personas secundaron la marcha, según el sindicato mayoritario italiano y organizador de la protesta, y 25.000 según la policía.La semana pasada el gobierno de Silvio Berlusconi se sumó a otros países como España o Portugal al aprobar un paquete de medidas con el que pretende ahorrar US$ 30.000 millones en los próximos dos años.
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La reacción social no se hizo esperar ante medidas como la congelación del sueldo de los funcionarios, el aumento de la edad de jubilación o el recorte de fondos para las distintas regiones del país.
La Confederación General Italiana del Trabajo (Cgil) llamó a la movilización al considerar que el plan frena el desarrollo.
"No es justo, no hace nada para la reforma el desarrollo y el empleo" dijo el secretario general de Cgil, Gulierlmo Epifani.
Añadió que mientras en Italia son los jubilados y trabajadores los más afectados por el plan de ajuste, "en Europa se ha hecho un llamamiento a todos los ciudadanos a sacrificarse, no sólo a los trabajadores".
Huelga general
El sindicato Cgil pretende ir más allá con su protesta y convocó a cerca de cinco millones de trabajadores en Italia a que lleven a cabo una huelga general el próximo 25 de junio.Según el periodista de la BBC en Roma, Duncan Kennedy, la manifestación de este sábado fue "un intento de que el primer ministro italiano redujera los recortes o los extendiese a más largo plazo, algo que tanto Berlusconi como su ministro de Hacienda ya han rechazado".
Los italianos no son los únicos descontentos. En España, esta semana miles de trabajadores hicieron huelga y salieron a la calle a protestar por las medidas de austeridad presentadas por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
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Y también el mismo sábado, el gobierno francés anunció su paquete de recortes del gasto público, con el que pretende ahorrar alrededor de US$ 55.000 millones en los próximos tres años para reducir su deuda.
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