El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, prometió este jueves ayuda sin límites a las zonas del nordeste del país afectadas por las fuertes lluvias e inundaciones que acabaron con la vida de al menos 46 personas.
"No habrá límite (en la ayuda) y vamos a derrotar la burocracia que nos perjudicaba", afirmó Lula en una improvisada rueda de prensa en el aeropuerto de Maceió, la capital de Alagoas, tras visitar las zonas más afectadas por la tragedia.Lula afirmó que habrá que reconstruir las ciudades destruidas por las riadas en los estados de Alagoas e Pernambuco y señaló que no se hará en el mismo lugar en el que estaban hasta ahora situadas "por una cuestión de responsabilidad".
"Culpamos a la lluvia, pero la verdad es que en hace 50, 60, 70 años estas personas construyeron sus casas en lugares inapropiados. Construyeron en la orilla del río, que todo el mundo sabe, que cualquier día se puede inundar”, sostuvo.
Desapropiar tierras públicas
El mandatario brasileño explicó que su equipo se reunirá con las autoridades locales para desapropiar tierras públicas que se puedan usar para la reconstrucción de las áreas destruidas.El presidente afirmó que es un compromiso de su gobierno buscar lugares más altos para construir casas que puedan garantizar a la población vivir en lugares seguros.
Las inundaciones del fin de semana en dejaron unas 20.000 personas sin hogar y destuyeron ciudades enteras en los estados de Alagoas y Pernambuco.
Pese a que en un principio se habló de miles de desaparecidos, los organismos de Defensa Civil regionales redujeron este jueves de forma
drástica su recuento de desaparecidos a 135 personas, ante el hallazgo de numerosos vecinos que residen en comunidades rurales ubicadas en lugares de difícil acceso.
Visita a la zona del desastre
El enviado especial de la BBC a la zona del desastre, Paulo Cabral, señaló que Lula hizo estas declaraciones después de visitar las ciudades más afectadas por las inundaciones.Según Cabral, Lula sobrevoló en helicóptero las zonas más afectadas y, pese a que no estaba contemplado en la agenda del viaje, aterrizó en algunas de ellas donde conversó con los vecinos que le abrazaban y fotografiaban.
"En la localidad de Río Largo, el presidente caminó sobre los escombros del centro de la ciudad a la orilla del río, lo que provocó que los miembros de su equipo de seguridad se pusieran nerviosos cuando atravesó una estrecha pasarela", afirmó Cabral.
"Hay que venir aquí para tener una dimensión verdadera de la tragedia. En los medios de comunicación no percibimos la dimensión del desastre", apuntó Lula tras visitar una escuela en la que viven cientos de personas que se han quedado sin hogar.
El mandatario anunció que su gabinete ha quintuplicado las ayudas, hasta los 550 millones de reales (unos 309 millones de dólares), un volumen cinco veces superior a lo inicialmente prometido.
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