Hoy se inaugura en Bilbao el Centro de Interpretación de la Tecnología de Euskadi (BTEK) en el primer edificio del mundo que se controla a través de un iPad, un iPhone o un teléfono con sistema operativo Android. Se puede controlar desde cualquier parte del mundo y desde un dispositivo low cost, como lo define Eneko Elorriaga, director de proyectos de Erabi, la empresa responsable del desarrollo domótico.
Elorriaga explica que el sistema es predictivo se puede saber con antelación cuál de los 400 dispositivos va a fallar y "virtualiza las estancias" para navegar a través de ellas en 3D en tiempo real.
El edificio utiliza sus recursos teniendo en cuenta el entorno."Se han instalado sensores crepusculares que miden la cantidad de luz y ponen en marcha sistemas o los desconectan. A través del interfaz se monitoriza la generación de energía en los paneles solares de la cubierta y el consumo eléctrico real, lo que asegura una mejor gestión energética", resume Elorriaga.
Entre los impulsores de BTEK están el Ministerio de Ciencia y el Parque Tecnológico de Vizcaya. La construcción es sostenible y se funde con el paisaje, dejando ver sólo dos pirámides, una cubierta de césped y otra negra con paneles solares. En su interior, a modo de museo de la ciencia, se explican los secretos de la tecnología, desde qué oculta una foto digital hasta cómo funciona un televisor de plasma. "Se trata de mirar al interior de la tecnología para vivirla de una manera interactiva y sensorial, a través del juego y de las emociones", según la Fundación Elhuyar, la responsable de la Museología y Museografía del BTEK.
Elorriaga explica que el sistema es predictivo se puede saber con antelación cuál de los 400 dispositivos va a fallar y "virtualiza las estancias" para navegar a través de ellas en 3D en tiempo real.
El edificio utiliza sus recursos teniendo en cuenta el entorno."Se han instalado sensores crepusculares que miden la cantidad de luz y ponen en marcha sistemas o los desconectan. A través del interfaz se monitoriza la generación de energía en los paneles solares de la cubierta y el consumo eléctrico real, lo que asegura una mejor gestión energética", resume Elorriaga.
Entre los impulsores de BTEK están el Ministerio de Ciencia y el Parque Tecnológico de Vizcaya. La construcción es sostenible y se funde con el paisaje, dejando ver sólo dos pirámides, una cubierta de césped y otra negra con paneles solares. En su interior, a modo de museo de la ciencia, se explican los secretos de la tecnología, desde qué oculta una foto digital hasta cómo funciona un televisor de plasma. "Se trata de mirar al interior de la tecnología para vivirla de una manera interactiva y sensorial, a través del juego y de las emociones", según la Fundación Elhuyar, la responsable de la Museología y Museografía del BTEK.
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