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2010/05/08

Un ejército ecologista espera la marea negra

Fuente: Publico.

Mozart Dedeaux está muy frustrado, y no sabe muy bien qué hacer. Encargado en Pascagoula (Misisipi) de la Audubon Society, la sociedad protectora de pájaros más respetada de Estados Unidos, no tiene consignas, no tiene medios y no tiene una clara idea de lo que va a pasar. Los ecologistas prevén un desastre medioambiental, pero como la marea negra no ha llegado a las costas, de momento no son objetivo prioritario de las operaciones conjuntas. Algunas informaciones aseguraban ayer, al cierre de esta edición, que manchas de fuel habían llegado a las islas Chandeleur, en Luisiana, aunque el alcance y tamaño de esa mancha no fue confirmado.
Las tareas se centraron ayer en la enorme campana con la que BP esperaba canalizar el 85% del derrame. La cúpula de cien toneladas llegó al emplazamiento de la Deepwater Horizon donde la petrolera tenía previsto sumergirla en el fondo marino, a más de kilómetro y medio de profundidad, en una operación sin precedentes. La secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, de gira por Misisipi, aseguró que ya se había recuperado "un millón de galones" (casi cuatro millones de litros) de crudo.
"Este es el peor momento para una marea negra, justo cuando los pájaros empiezan a anidar", dice Dedeaux. En su minúscula oficina, se limita a recoger nombres de voluntarios para pasarlos al U.S. Fish and Wildlife Service, el organismo estatal que se ocupa de la conservación de la naturaleza. "En las primeras 24 horas la página web estaba saturada, pero el problema es que toda esta gente debe ser entrenada. Limpiar un pájaro contaminado es todo un proceso, es peligroso", añade.
Dedeaux siguió uno de esos cursos de entrenamiento. Irónicamente lo pagó Chevron, que tiene una enorme refinería en Pascagoula. La petrolera ha creado un tráiler especial para estos desastres, con un laboratorio de análisis para veterinarios, parte de su OWRT (Oiled Wildlife Response Team, o equipo de rescate de pájaros contaminados).
"Es demasiado temprano para poder estimar cual será el impacto", dice Sheryan Epperly, de la Administración Nacional del Océano y la Atmósfera (NOAA). Han establecido cuatro áreas en todo el golfo para tratar a los mamíferos contaminados; una en Nueva Orleans, otra en Gulfport (Misisipi) y dos en Florida, donde tienen el material.

Una vez más, BP ha tomado las riendas. En Misisipi, ha contratado a una agencia privada, Tristate, para gestionar la limpieza de los pájaros contaminados. Gracias al dinero de la petrolera, Epperly asegura que le ha llegado todo el material adicional. Eso suple, reconoce, "la descoordinación a nivel del Estado".
El efecto de la marea negra es difícil de medir porque "el crudo es un material complejo, hay partes más volátiles y otras que permanecen", dice Moby Solangi, presidente del Instituto para el Estudio de Mamíferos Marinos (IMMS por sus siglas en inglés) en Gulfport (Misisipi). "El daño sobre los animales depende de su nivel de exposición. Pero es una sustancia tóxica y, dependiendo de la cantidad y del tiempo, se producen daños", añade.
Aquí se hicieron las autopsias de las 38 tortugas que hace unos días aparecieron muertas en la costa. Los resultados de la investigación no han sido concluyentes, y el IMMS no puede asegurar que esas muertes se deban a la contaminación. Piensan que podrían haber sido los pescadores de gambas que las atraparon en sus redes.
"Los delfines, por ejemplo, se ven afectados doblemente. Primero al inhalar gases tóxicos que afectan sus pulmones y luego entran en el sistema sanguíneo, y luego al ingerir pescados contaminados", explica Epperly.

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