Fuente: MeriStation.
Ayer por la tarde nos enterábamos de una noticia de esas que, a priori, nadie se termina de creer. Shigeru Miyamoto, considerado por la mayoría del sector del entretenimiento 3D como el padre del videojuego moderno, se convertía en finalista de los premios Príncipe de Asturias.
Estos galardones acogían por vez primera la candidatura de un profesional perteneciente al sector del videojuego, algo que, sin duda, representa ya de por sí todo un paso de gigante en el reconocimiento social y cultural del sector en nuestro país. Miyamoto-san, que se había impuesto por encima de 21 aspirantes internacionales, se ha quedado a las puertas del reconocimiento, siendo los sociólogos Alain Touraine y Zygmunt Bauman, creadores de "instrumentos conceptuales singularmente valiosos para entender el cambiante y acelerado mundo en el que vivimos" los que se alzaron con el triunfo.
A pesar de la derrota, el máximo impulsor de la candidatura del padre de Mario, el evento internacional de videojuegos Gamelab, ha confirmado por medio de su director que volverá a presentar y apoyar de nuevo la candidatura de Shigeru Miyamoto en la próxima edición de los Premios.
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