Fuente: Silicon News.
Las armas de destrucción masivas no tienen porqué estar en centrales nucleares de lejanos países enemigos... también pueden estar en el buzón de correo del ciudadano X.
Los cibercriminales no son sólo delincuentes que buscan obtener datos bancarios y contraseñas, también pueden ser potenciales terroristas o peones del ejército enemigo. La guerra ya no sólo se juega en el campo de batalla, lo hace igualmente en la red.
Que se lo digan si no a Georgia, que en el verano de 2008 vio como la guerra con Rusia tiraba las webs de sus bancos y poderes públicos sucumbian ante el peso de una ciberarmada. Estonia también fue víctima de un ataque a gran escala poco antes.
Prepararse para las guerras del futuro es una de las preocupaciones de los diferentes estados y EEUU quiere estar más que listo. El Pentágono está valorando, de hecho, pasarse a la clásica acción militar para responder a los ataques online.
"Sí, tenemos que pensar en potenciales respuesta que no estén limitadas al domino cibernético", apunta un portavoz del Pentágono a la agencia AFP. Según esta misma fuente, en los últimos años los ataques online han ido aumentando.
El futuro de tanques, bombas y artillería contra los ciberdelincuentes podría estar por tanto a la vuelta de la esquina. Los virus desaparecerán a bombazos.
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