Fuente: RTVE.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha asegurado que su proyectadareforma del sistema de salud público pondrá fin al control que ejercen las empresas aseguradoras.
En su discurso habitual de los sábados ha añadido que en virtud de esa reforma, las aseguradoras ya no podrán negar cobertura, ni cancelar pólizas a quienes enfermen.
Además, se prohibirá que nieguen cobertura debido al historial médico de un paciente, que cancelen su póliza si enferma u ofrezcan menos cobertura justo cuando es más necesaria, prometió.
"Las compañías de seguro ya no podrán imponer límites arbitrarios en la cobertura que reciben en un año dado o el transcurso de la vida, e impondremos un límite al monto que se les puede cobrar en gastos propios, porque nadie en Estados Unidos debe irse a la quiebra simplemente porque se enferma", ha señalado.
Chequeos médicos rutinarios
El presidente, que ha intensificado su campaña para recoger apoyo popular a su plan, ha dicho que mediante la reforma se exigirá a las empresas de seguro médico que paguen exámenes rutinarios y atención preventiva, como mamografías y colonoscopías.
"No hay razón para no salvar vidas o ahorrar dinero con la detección temprana de enfermedades como el cáncer de mama y de próstata", ha manifestado.
Obama ha admitido que existe escepticismo y que ha tenido una dura tarea en sus esfuerzos ante la resistencia planteada por "los intereses particulares que se benefician del statu quo (y) usan su influencia y aliados políticos para atemorizar y engañar al pueblo".
"Quienes obstaculizan el camino de la reforma están dispuestos a decir prácticamente cualquier cosa para asustarlos sobre el costo de actuar. Pero no dicen mucho sobre el costo de no actuar", ha señalado.
Según el presidente Obama, de no tomarse medidas para reformar el sistema en los próximos años será cada vez más oneroso e imposible de sostener.
50 millones de estadounidenses sin cobertura
Se calcula que en Estados Unidos hay casi 50 millones de personas que no tienen seguro de ningún tipo y la reforma busca conseguir que ese grupo tenga acceso garantizado a la atención médica.
En su discurso también de los sábados, el senador republicano Orrin Hatch, ha manifestado que su agrupación política está de acuerdo en que se debe reformar el sistema.
Sin embargo, manifestó que la reforma supondría un gasto enorme de 2,5 billones de dólares que "no tiene ningún sentido, especialmente en un momento en que el gasto y la deuda se están multiplicando a una velocidad alarmante".
Hatch ha reconocido que existen algunas áreas de acuerdo entre demócratas y republicanos, pero insistió en que "la trayectoria" que se está "siguiendo ahora es simplemente gastar otro billón de dólares de los contribuyentes para engrandecer más el papel del Gobierno federal".
"Para aprobar una verdadera reforma del sistema médico debemos trabajar juntos con el fin de redactar una ley responsable y bipartidista en favor de las familias que se enfrentan al creciente desempleo y costos médicos fuera de control", indicó.
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