El fenómeno climatológico 'El Niño', que provoca un calentamiento anormal de las aguas en el Pacífico y estragos meteorológicos que van desde Asia hasta América del Norte, ha llegado ya a las aguas tropicales del Pacífico central y del este.
Según los científicos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (por sus siglas en inglés, NOAA), una agencia científica del Departamento de Comercio de Estados Unidos, 'El Niño' persistirá hasta finales del próximo invierno, incluso entrado ya el 2010, y es probable que aumente su fuerza con el tiempo.
Sin embargo, fuentes oficiales del Centro de Predicción del Clima (CPC) en Estados Unidos afirman que el fenómeno El Niño ha evolucionado y podría no ser tan poderoso como aquel que azotó el mundo hace más de una década.
Para la Oficina de Meteorología de Australia hay "muy pocas posibilidades de que el actual desarrollo (de El Niño) se estanque o se revierta". "No se ve débil, pero tampoco alcanzará la intensidad 1997 y 1998", dijo Andrew Watkins de la oficina en Sidney.
No obstante, según apuntan los expertos, no todos los efectos son negativos ya que puede ayudar a contener los huracanes en la zona del Atlántico que amenazan los yacimientos de crudo en el Golfo de México y las plantaciones en México, el Caribe y el sur de Estados Unidos. Además, reduce el riesgo de grandes incendios en Florida.
Por el contrario, sus efectos negativos incluyen fuertes tormentas invernales en California así como inundaciones severas y ríos de lodo en las zonas centro y sur de América, así como sequías en Indonesia. Además, reduce los niveles de nutrientes en el océano que pueden influir en la alimentación de diversos pájaros, y mamíferos marinos.
Con respecto a sus efectos sobre la economía, el banco de inversión Fortis ya ha adelantado que El Niño podría causar una interrupción significativa en el sector del cacao: "Se acerca un período de alto riesgo sin la comodidad de abundantes existencias mundiales (de cacao)".
El último tuvo lugar en 2006. Este fenómeno sucede cada dos o cinco años y suele contar con una duración aproximada de doce meses. Su impacto depende de diversos factores como la intensidad y la extensión del calentamiento global, así como la época del año.
Entre 1997 y 1998 El Niño causó la muerte de más de 2.000 personas y la pérdida de miles de millones de dólares en infraestructuras desde Indonesia a Perú.
Según los científicos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (por sus siglas en inglés, NOAA), una agencia científica del Departamento de Comercio de Estados Unidos, 'El Niño' persistirá hasta finales del próximo invierno, incluso entrado ya el 2010, y es probable que aumente su fuerza con el tiempo.
Sin embargo, fuentes oficiales del Centro de Predicción del Clima (CPC) en Estados Unidos afirman que el fenómeno El Niño ha evolucionado y podría no ser tan poderoso como aquel que azotó el mundo hace más de una década.
Para la Oficina de Meteorología de Australia hay "muy pocas posibilidades de que el actual desarrollo (de El Niño) se estanque o se revierta". "No se ve débil, pero tampoco alcanzará la intensidad 1997 y 1998", dijo Andrew Watkins de la oficina en Sidney.
No obstante, según apuntan los expertos, no todos los efectos son negativos ya que puede ayudar a contener los huracanes en la zona del Atlántico que amenazan los yacimientos de crudo en el Golfo de México y las plantaciones en México, el Caribe y el sur de Estados Unidos. Además, reduce el riesgo de grandes incendios en Florida.
Por el contrario, sus efectos negativos incluyen fuertes tormentas invernales en California así como inundaciones severas y ríos de lodo en las zonas centro y sur de América, así como sequías en Indonesia. Además, reduce los niveles de nutrientes en el océano que pueden influir en la alimentación de diversos pájaros, y mamíferos marinos.
Con respecto a sus efectos sobre la economía, el banco de inversión Fortis ya ha adelantado que El Niño podría causar una interrupción significativa en el sector del cacao: "Se acerca un período de alto riesgo sin la comodidad de abundantes existencias mundiales (de cacao)".
El último tuvo lugar en 2006. Este fenómeno sucede cada dos o cinco años y suele contar con una duración aproximada de doce meses. Su impacto depende de diversos factores como la intensidad y la extensión del calentamiento global, así como la época del año.
Entre 1997 y 1998 El Niño causó la muerte de más de 2.000 personas y la pérdida de miles de millones de dólares en infraestructuras desde Indonesia a Perú.
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