Durante años se consideró que la transmisión de la señal televisiva a los 4.000 millones de teléfonos del mundo sería un hito de la era digital, pero ahora sólo tres letras están acelerando el fin de esa visión.
'App', la abreviatura de 'aplicación' -gracias al cual la gente descarga de tiendas virtuales para ejecutarlo en sus teléfonos- ha permitido a los consumidores elegir por sí mismos qué contenidos llevarse consigo.
A medida que Facebook y Twitter trastocan los modelos comerciales de los medios, la propuesta de una transmisión común de televisión móvil para el público queda atascada antes de emprender el vuelo.
"Es un desastre financiero", dijo John Strand, un consultor que ha seguido de cerca a la industria móvil durante más de 12 años. "Es un buen producto, pero los consumidores no pagarán por él", agregó Strand.
Una forma de comprobar por qué el producto no termina de despegar es observar a los jóvenes futbolistas brasileños en la Copa Helsinki. El campeonato, que se celebra en la capital finlandesa, no es un acontecimiento mundial en el sentido convencional, pero multitud de fragmentos de vídeo circulan por los teléfonos móviles.
"Es incluso más fácil que con las imágenes fijas, y una forma mucho más agradable y expresiva de dar noticias de aquí", dijo David da Silva, portavoz del equipo brasileño.
Nuevos modelos
El servicio que utilizan ofrece a los usuarios la posibilidad de enviar vídeos desde sus teléfonos a sus propios 'canales' de televisión en Internet, una de las miles de propuestas como las de Apple, Nokia, RIM y otras que permiten a los usuarios manejar su entretenimiento móvil.
BBC World y Al Yazira en inglés lanzaron recientemente aplicaciones para que los usuarios pudieran ver sus noticias en tiempo real en sus teléfonos iPhones por medio de Livestation, una compañía que tiene su sede en Londres.
"Esto es televisión móvil 2.0, completamente reinventada y rediseñada, y pienso que va a reemplazar a los viejos modelos muy, muy rápidamente", dijo Matteo Berlucchi, director ejecutivo de Livestation.
Nuevos pronósticos
Tal vez lo que mejor ilustra este rápido cambio de panorama es la variación en los pronósticos para el mercado. Strategy Analytics espera que el mercado de televisión por teléfono móvil ascienda el año próximo a 280 millones de dólares, pese a que hace solo tres años pronosticó que el mercado en el 2010 llegaría a 5.400 millones de dólares.
"Hemos reducido nuestro pronóstico bastante para reflejar que la puesta en funcionamiento de servicios ha sido más lenta de lo esperado, y ha tenido un impulso limitado por parte de proveedores de telefonía y emisoras", dijo Nitesh Patel, un analista de Strategy Analytics.
"Las tiendas de aplicaciones y el acceso a Internet desde el teléfono móvil tienen preferencia frente a la recepción de televisión en estos dispositivos", agregó Patel.
Satisfacción
Sobre la TV en vivo frente al vídeo que se descarga al teléfono "existe una diferencia importante", dice Andrew Bud, presidente del Foro de Entretenimiento Móvil (MEF), una asociación de la industria de los medios móviles.
"La televisión móvil se trata exclusivamente de tiempo real, transmisión lineal (...) en la que la programación es establecida por la emisora y el consumidor entra y sale", dijo Bud.
"La reproducción de vídeo en el móvil tiene más que ver con el vídeo bajo demanda. Le da al consumidor mucha más libertad. También ejerce un poco menos de presión sobre las redes de telefonía", añadió.
Un estudio de KPMG y el MEF demuestra que casi el 40% de los consumidores había visto alguna vez un archivo de vídeo en sus teléfonos móviles, y que el 52% de ellos afirmó que había sido una experiencia satisfactoria. Un 38% de los usuarios afirmó haber probado la TV en sus dispositivos.
A destiempo
El mayor problema para la televisión móvil fue su aparición justo cuando la industria de los medios comenzó a cambiar, entre los años 2004 y 2006.
Los fabricantes de móviles y las operadoras han invertido cientos de millones de euros en infraestructura. En países como Corea del Sur el servicio de TV en el móvil es muy popular y se transmite de forma gratuita.
Pero incluso allí la amplia audiencia no ha generado un negocio floreciente, y en Estados Unidos ha resultado una carrera de obstáculos. Por ejemplo, el grupo de telecomunicaciones Crown Castle International dio de baja su iniciativa de lanzar una red de transmisión de televisión por teléfono celular ya en 2007.
"Gran parte de la discusión sobre la televisión móvil se centró en el polémico asunto del espectro de transmisión y de los estándares técnicos especiales, y todo quedó muy atascado, problemas que no han sido completamente resueltos, especialmente en Europa", comentó Bud.
Otros problemas han sido la falta de un modelo comercial claro, las pugnas por los derechos de difusión, las numerosas tecnologías diferentes que compiten por la posición dominante y la falta de modelos de teléfonos accesibles.
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