El presidente Barack Obama no quiere que cunda el desánimo en EE UU y ha afirmado hoy que no acepta "un futuro de desempleo en este país", al referirse a las cifras de paro dadas a conocer hoy. En declaraciones efectuadas en Columbus (Ohio), donde participa en un acto de graduación de nuevos policías, el presidente estadounidense defendió el plan de estímulo económico promulgado el mes pasado para asegurar que ya comienza a funcionar y contribuirá a sacar al país de la crisis. "Este país nunca ha respondido a una crisis sentándose en la banda y esperando a que la cosa mejore" ha dicho Obama. Su plan de estímulo prevé la creación de 3,5 millones de puestos de trabajo.
La maltrecha economía de Estados Unidos vuelve a recibir otro golpe. Esta vez el nuevo dato del paro ha vuelto a superar las peores previsiones. La economía de EE UU perdió en febrero 651.000 empleos y el índice de desempleo subió cinco décimas hasta el 8,1% de la fuerza laboral, según ha informado hoy el Departamento de Trabajo. Es la peor tasa en 25 años. Entre los sectores más perjudicados, la industria manufacturera destruyó 168.000 trabajos, la de la construcción 104.000 y los comercios 39.500.
Los analistas habían calculado una cifra máxima de destrucción de empleo de 650.000 puestos, según la encuesta realizada por la agencia Bloomberg entre 80 expertos. La primera economía del mundo lleva tres mes acumulando pérdidas de en torno a 600.000 puestos de trabajo. En un principio, el pasado mes de enero EE UU perdió 598.000 empleos y en diciembre hubo una pérdida neta de 577.000 empleos. Las revisiones de las cifras de estos meses empeoran el panorama. Una vez corregida, la cifra de enero es de 655.000 y la de diciembre de 681.000 puestos de trabajo destruidos, según los datos del Departamento de Trabajo.
Desde que comenzó la recesión en EE UU en diciembre de 2007 el país ha perdido más de 4,4 millones puestos de trabajo, el ritmo más rápido desde 1945. La mitad de ellos desaparecieron en los cuatro meses que siguieron al colapso, en septiembre, de la firma financiera Lehman Brothers.
Malos datos, malas perspectivas
Con este repunte, en total hay más de 11 millones de estadounidenses sin empleo. Las previsiones no son nada halagüeñas e inversores y analistas temen que otras grandes empresas se sumen a la ola de despidos de los últimos meses en Macy's o Caterpillar y otras como Kodak, Starbuck's o Ford. En el punto de mira, la automovilística General Motors, que se encuentra al borde de la quiebra y donde peligran decenas de miles de puestos de trabajo. Ayer mismo, un grupo de auditores encargado de estudiar la viabilidad de la compañía alertaron del riesgo de quiebra del gigante del automóvil.
Además, la crisis global ha reducido drásticamente el consumo de productos estadounidenses en el resto del mundo, lo que no hace sino empeorar la situación y las perspectivas laborales.
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