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2015/03/04

Samsung le hace la guerra a Apple con los pagos

Con su nuevo Galaxy S6, Samsung intenta pelear mano a mano con Apple Inc. no sólo en hardware, sino también en uno de los segmentos más competitivos en software y servicios móviles: los pagos.

Samsung Pay -que hizo su debut oficial el domingo junto con el nuevo teléfono insignia del fabricante surcoreano en el Congreso Mundial de Móviles de Barcelona- permitirá a los consumidores enlazar tarjetas de crédito, de débito y de programas de lealtad a su Galaxy S6 para comprar un café o acumular puntos. Eso lo coloca al mismo nivel que servicios de Apple, Google Inc. y otras empresas.

No obstante, Samsung Pay difiere en un aspecto importante. Con tecnología de LoopPay, una startup del área de Boston que compró en febrero, Samsung Pay funcionará con las máquinas de pagos de bandas magnéticas, que en EE.UU., por ejemplo, se encuentran instaladas en nueve de cada 10 cajas registradoras. Samsung indicó en un comunicado que se ha asociado con redes de tarjetas como MasterCard y Visa, y firmas como American Express, Bank of America Corp., Citigroup Inc. y J.P. Morgan Chase & Co.

Apple Pay, que por ahora está disponible sólo en EE.UU., trata de aprovechar la transición de los comerciantes a los lectores de tarjetas de próxima generación que usan una tecnología llamada comunicación de campo cercano (NFC, por sus siglas en inglés). Esa mudanza, sin embargo, se ha demorado más de lo previsto, y Apple informó en enero que su servicio estaba disponible en cerca de 220.000 locales en EE.UU., una fracción de los estimados 12 millones de puntos de pagos del país.

Samsung lanzó el sistema de pagos al mismo tiempo que el Galaxy S6 y el Galaxy S6 Edge -la versión con una pantalla de dos bordes curvos-, con los que busca impulsar las ventas después de un año en el que perdió cuota de mercado ante Apple y empresas chinas como Xiaomi Corp. Los nuevos productos exponen la nueva estrategia de Samsung para recuperar su dominio: enfrentar a Apple cara a cara al tiempo que pone una mayor parte del proceso de fabricación bajo su control.

El nuevo teléfono saldrá a la venta en todo el mundo a partir del 10 de abril. Samsung se juega mucho, ya que el Galaxy S5, su anterior smartphone insignia, no tuvo éxito entre los consumidores. Desde que fue lanzado hace un año, el mercado de teléfonos inteligentes se ha vuelto más difícil para el gigante tecnológico. En la gama alta, los nuevos iPhones con pantallas más grandes han generado ventas récord y desafiado el dominio de los dispositivos de Samsung. En el otro extremo, startups chinas e indias han lanzado una variedad de teléfonos a una fracción del precio de los smartphones de Samsung.

Para revertir el declive, Samsung creó un dispositivo que aborda directamente muchas de las críticas que recibió el modelo anterior, como un marco de vidrio reforzado y aluminio para aviones, la eliminación de muchas aplicaciones propias poco usadas y la simplificación de su interfaz de usuario. Además, utiliza sus propios procesadores Exynos de 64 bits, en lugar de chips de Qualcomm, lo que mejorará la rentabilidad.

En cuanto a los sistemas de pagos, algunos analistas dicen que un cambio hacia la tecnología de "chip y PIN", que las principales redes de tarjetas de crédito tratan de adoptar en EE.UU. antes del plazo fijado para octubre, junto con la incursión de Apple Pay en la categoría de pagos a través de NFC, persuadirá a muchos minoristas a pasarse a los lectores de comunicación de campo cercano este año.

Sin embargo, gracias a su capacidad de funcionar con los lectores de bandas magnéticas tradicionales que ya están instalados, Samsung Pay ofrece un servicio que no se verá afectado por posibles demoras en la adopción de la nueva tecnología por parte de los comerciantes, en particular dueños de pequeños negocios renuentes a pagar por los nuevos equipos más costosos.

De todos modos, Samsung Pay no apuesta exclusivamente a la tecnología de bandas magnéticas de LoopPay, ya que también funcionará con la NFC.

Si una terminal de pagos tiene un lector de NFC, el smartphone de Samsung funcionará. Si no, el teléfono le indicará al usuario que lo sostenga junto al lector de tarjetas magnéticas y el pago se procesará de esa forma, afirma la empresa.

En respuesta a las preocupaciones sobre la seguridad de la tecnología de bandas magnéticas, Samsung Pay vendrá con la capa-cidad de realizar codificaciones de un solo uso -conocida en la industria como "tokenización"- para combatir el fraude. Eso significa que cada transacción generará un identificador electrónico único que tendrá que ser autenticado por una red de tarjetas como Visa, MasterCard o American Express antes de ser procesado.

"Esto es un avance bastante grande", afirma Jim McCarthy, director global de innovación y asociaciones estratégicas de Visa Inc. "La aceptación de Samsung Pay es muy amplia porque puede utilizar las viejas terminales y a la vez funciona en el actual sistema de tokenización que hemos establecido para Apple Pay. Esos aparatos funcionarán en casi todas las terminales de EE.UU.".

Tim Sloane, analista de pagos de Mercator Advisory Group, un consultoría con sede en EE.UU., califica la tecnología como un gran avance y un paso importante que ayudará a Samsung a forjar sus credenciales de innovación en software y servicios móviles, que no ha sido su fuerte.

"Hará que la aceptación de Apple Pay parezca extremadamente limitada", dice Sloane. "Posicionará a Samsung como una empresa que tiene un producto que es mejor que el de Google".

Apple y Google no estuvieron disponibles de inmediato para realizar comentarios.

Samsung Pay entrará en operación en el segundo semestre, empezando por EE.UU. y Corea del Sur. La compañía señala que luego lanzará el servicio en Europa y China.

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