La Gran Barrera de Coral, en el noreste de Australia, se encuentra en el peor estado de conservación desde que se comenzaron a realizar los registros y su situación empeorará en los próximos 40 años, informaron hoy fuentes científicas.
Un comité del Senado australiano investiga la gestión del Gobierno federal y del estado de Queensland de la Gran Barrera, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1981 por la Unesco que evalúa su inclusión en la lista de patrimonio en peligro.
Un grupo de científicos dijeron a este comité que la Gran Barrera está amenazada por el desarrollo costero, que incluye el vertido de tres millones de toneladas de material de dragado en el parque marino, y que los corales no pueden regenerarse debido al estrés al que están sometidos.
La Sociedad Australiana de Arrecifes de Coral, la organización más antigua del mundo que estudia estos organismos, indicó que los corales han disminuido a la mitad desde la década de 1980, cuando la Gran Barrera fue declarada Patrimonio de la Humanidad.
El presidente de la entidad, Peter Mumby, dijo que "en 2050 se calcula que habrá un menor número de peces y grandes mantos de algas marinas en los lugares en que se levantan las complejas estructuras coralinas"
"El arrecife está en el peor estado desde que se comenzó a registrar datos (sobre su situación). Hay mucho que hacer para mejorar su gestión", aseguró Mumby.
El director del Instituto de Cambio Global de la Universidad de Queensland, Ove Hoegh-Guldberg, dijo al comité parlamentario que las medidas que se han adoptado para proteger esta zona marina son inadecuados y que "las amenazas aumentan. Es tiempo de repensar".
Unesco pidió al Gobierno australiano que presente un nuevo informe ante el Comité de Patrimonio de la Humanidad el 1 de febrero del 2015, para explicar por qué considera que el vertido de material de dragado no tendrá un impacto negativo en la Gran Barrera.
Este proyecto fue anunciado por el Gobierno en diciembre, al igual que el plan de extracción de gas en la isla Curtis, y la construcción de un gasoducto en la zona de la Gran Barrera, que según sus detractores producirá más emisiones de CO2 que Dinamarca y Portugal juntos.
En marzo del 2012, la coordinadora de una misión de la Unesco en Australia, Fanny Douvere, advirtió de que el aumento de la actividad minera ponía en peligro la Gran Barrera de Coral.
La salud de la Gran Barrera, que alberga 400 tipos de coral, 1.500 especies de peces y 4.000 variedades de moluscos, comenzó a deteriorarse en la década de 1990 por el doble impacto del calentamiento del agua del mar y el aumento de su acidez por la mayor presencia de dióxido de carbono en la atmósfera.
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