Star Wang se sorprendió el año pasado cuando escuchó que Intel Corp., el mayor fabricante de chips por ingresos, quería hablar de negocios.
Wang dirige una pequeña fábrica de tabletas y tarjetas de circuitos en esta ciudad del sudeste chino para marcas en China y Sudamérica. Su compañía, Shenzhen Hampoo Science & Technology Co., no es muy conocida, pero es exactamente el tipo de cliente que buscaba el gigante de Silicon Valley.
Intel, que desde hace muchos años ha sido el rey de los procesadores para computadoras personales, se ha quedado por fuera del mercado de tabletas y teléfonos inteligentes, en el cual se usa la tecnología de chips de su rival ARM Holdings PLC. La empresa tiene pocas esperanzas de cambiar la estrategia de los líderes de este mercado, Apple Inc. y Samsung Electronics Co., los cuales diseñan sus propios chips basados en la tecnología de ARM.
Por lo tanto, el fabricante de chips está probando nuevas técnicas para atraer a emprendedores como Wang, pequeños proveedores que últimamente han tenido un impacto enorme en la evolución del mercado de tabletas.
"Estamos tratando de pensar de manera diferente y ser pragmáticos", dice Renée James, presidenta de Intel. "Como ¿qué haríamos si fuéramos una startup?".
Eso implica viajar a Shenzhen, una ciudad que solía ser una aldea de pescadores cerca de Hong Kong. Conocida por sus fábricas baratas y iPhones de imitación, la ciudad cuenta con cada vez más rascacielos de lujo y una legión de fabricantes locales de electrónicos como Shenzhen Ramos Digital Technology Co., Teclast Electronics Co. y Wanlida Group Co.
El impacto de estas nuevas empresas se ha sentido en los precios. Mientras que la tableta menos costosa de Apple tiene un precio inicial de US$299, las empresas chinas venden tabletas por 299 yuanes, o US$48. Algunas veces venden el hardware con sus propios nombres, pero también están enviando cada vez más cargamentos pequeños de tabletas a empresas de países emergentes que les ponen sus propias marcas.
Algunas, como E FUN Inc., han ingresado a canales de ventas en Estados Unidos como Wal-Mart Stores Inc., con tabletas que se venden a US$70. Tales modelos a menudo carecen de algunas de las funciones de tabletas más conocidas, pero están llegando a un público más amplio.
La firma de investigación IDC calcula que 44% de las 245 millones de tabletas que serán distribuidas este año serán fabricadas en Shenzhen, una cifra que incluye algunos productos vendidos bajo las marcas de compañías grandes como Lenovo Group Ltd. y Hewlett Packard Co. Las ventas bajo las marcas de compañías más pequeñas que los cinco principales proveedores del sector representaron cerca de 34% del mercado en el primer trimestre, dice Tom Mainelli, un vicepresidente de IDC. La firma cuenta con cerca de 200 vendedores de tabletas en total.
Las pequeñas compañías, a las que a veces se les llama "de caja blanca" debido a que venden productos sin marca a otras empresas que le ponen la suya, parecen estar evitando la saturación que está frenando las ventas de las tabletas de marca en los países industrializados. Mientras que los envíos globales de tabletas subieron 3% en el primer trimestre, según IDC, las ventas de compañías pequeñas crecieron 13%.
Otra razón que explica los bajos precios de las tabletas ha sido la competencia entre los fabricantes de chips ARM, que incluyen a la taiwanesa MediaTek Corp. y la china Fuzhou Rockchip Electronics Co. Intel hace poco llegó a un acuerdo con Rockchip para desarrollar y vender chips basados en tecnología de Intel.
La empresa estadounidense, cuyo presidente ejecutivo ha prometido que incluirá su tecnología en 40 millones de tabletas este año, también ha tomado medidas para reducir los costos que para algunos fabricantes implica abandonar los chips ARM.
Bajo un plan que la compañía describe como "contra ingresos", Intel ofrece descuentos en chips así como ayuda financiera para labores de ingeniería excepcionales asociadas con el diseño de tabletas que funcionen con sus chips.
Sin embargo, nuevos clientes como Wang, el presidente ejecutivo de Hampoo, cuya compañía solía usar chips con tecnología de ARM fabricados por Texas Instruments Inc., mencionan otros beneficios de los semiconductores de Intel. Pese a su incredulidad inicial, rápidamente se dio cuenta que Intel estaba ofreciendo un servicio inusitado para una compañía de su tamaño.
"Tuvimos algunos problemas técnicos e Intel envió a un ingeniero para que se quedara con nosotros por un mes y medio, trabajando hasta las 10:30 p.m. o incluso la medianoche para resolver problemas", dice. "Cuando teníamos escasez de un componente, Intel hablaba con los proveedores para asegurarse que recibiéramos los componentes que necesitábamos".
Wang, que fabrica tabletas usadas por varias marcas chinas, cuenta que ha pasado todas sus compras de chips a Intel este año.
Historias similares se cuentan en Ramos, una de las marcas de mayor expansión de China. Sentado en su oficina en uno de los elegantes parques industriales de alta tecnología de Shenzhen, el presidente ejecutivo de la empresa, Wan Qiuyang, explica que Intel le ayudó a encontrar nuevos clientes en el extranjero y ofreció apoyo promocional en el país a Ramos, cuyo nombre chino, Lan Mo, significa "magia azul".
Wan señala que los gerentes de Intel motivaron a su empresa diciéndole que Ramos podría ser tan grande como Lenovo. "Lo tomamos como una broma porque somos muy pequeños, pero es cierto que muchos de los socios de Intel se han convertido en marcas exitosas", dice Wan. El ejecutivo agrega que más de 70% de las casi 1,2 millones de tabletas que su firma despachará este año tendrán chips de Intel y el resto corresponde a MediaTek.
Entre otras tácticas, Intel ha aprendido de los fabricantes chinos de chips y el año pasado comenzó a ofrecer "diseños de referencia" que esencialmente son tabletas prediseñadas que permiten a los fabricantes crear un producto en un mes o menos, dice Stephanie Hallford, directora de desarrollo de negocios del equipo móvil de China de Intel. La empresa estadounidense también ha acelerado el desarrollo de sus chips para sincronizarse con los rápidos ciclos de productos en China, afirma.
Intel no es la única que ha posado su mirada en Shenzhen. Microsoft Corp., ansiosa por ingresar en un sector dominado por el software Android de Google Inc., también ha visitado desde el año pasado para conversar acerca de la formación de sociedades, dice Wan.
La oferta de Microsoft de software gratis para aparatos de menos de 9 pulgadas persuadió a Wan para que lanzara sus dos primeros modelos de tableta con Windows 8 y más se encuentran en camino, afirma.
Una pregunta que persiste para los pequeños proveedores es si los gigantes globales contraatacarán con precios más bajos y otras ayudas, incluyendo un mejor servicio al cliente. "Si eso sucede, el mercado de caja blanca de china va a recibir una presión cada vez más grande", dice Jeff Orr, analista de ABI Research. "Esperaría ver a muchos de esos fabricantes pasarse al siguiente producto popular en el mercado".
Por ahora, el interés implica que gerentes como Wang, cuya fábrica emplea a 400 trabajadores, enfrentan nuevos retos.
En una tarde reciente, poco después de dar un discurso junto al alcalde de Cupertino, en el estado de California, y el cónsul general de EE.UU. en Guangzhou en un evento de inversión en Shenzhen organizado por Intel, el teléfono de Wang sonó. Era Microsoft.
"Sí, volveré a mi oficina pronto", respondió Wang. "Podemos reunirnos hoy".
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