El cofundador de Apple, Steve Jobs, no se sentía cómodo con el control y las limitaciones que imponen las operadoras de telefonía y desarrolló una idea para que los usuarios de iPhone pudieran prescindir de estas compañías utilizando el espectro WiFi.
Al menos eso es lo que sostiene John Stanton, experto en conectividad inalámbrica y presidente de la firma de capital riesgo Trilogy Partnership, que pasó largos ratos hablando con Jobs sobre este proyecto antes de que Apple alumbrara la primera generación de iPhone en el año 2007.
“Él quería reemplazar a las operadoras“, ha revelado Stanton durante el Seminario de Derecho Internacional celebrado en Seattle, “pasamos mucho tiempo hablando de si sintéticamente se podría crear una operadora con el espectro WiFi”.
La idea era reemplazar por completo a las operadoras móviles y en su lugar, hacer uso de una red WiFi propia de Apple. Stanton asegura que ésta era una de las premisas que Jobs se planteó para el desarrollo de su línea de smartphones.
El devenir de los acontecimientos deja claro que finalmente Jobs abandonó esta idea ya que todos los modelos de iPhone están supeditados a contratos con las distintas operadoras. Sin embargo, el CEO nunca olvidó su objetivo de independizarse de los operadores y hace ahora un año inició una colaboración con la firma Gemalto para fabricar una tarjeta SIM propia de Apple.
Los frutos de este proyecto no han llegado aún a materializarse pero en aquel momento se aseguró que el objetivo de Jobs era dejar de depender de las operadoras para vender sus terminales y tener el control absoluto de la distribución.
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