El bebé Charlie David Carr no tenía ni siquiera un año cuando, por culpa del mordisco que propinó a su hermano Harry, ha hecho ganar a su familia 120.000 euros. Se trata de un gesto inocente transformado por YouTube en una discreta mina de oro.
Se trata de una parábola extraña de estos primeros años del tercer milenio, que tiene como fondo la campiña inglesa de Buckinghamshire, transformada en un vídeo de 58 segundos que ha sido visto por más de 386 millones de personas.
¿Cómo sucedió la historia?
Howard David Carr decide grabar a sus hijos. Coge a Harry, de tres años y le pone en sus brazos al pequeño Charlie. Harry abraza al hermano y le mete un dedo en la boca. «Muérdeme, Charlie» y el bebé le hace caso.
En esta ocasión no es Mike Tyson quien acaba con la oreja de Evander Holyfield, pero el pequeño también hace mucha fuerza para morder. «Ouch, ouch, ouch», girta Harry, quien intenta moverle para que deje de «atacar».
Howard Davis Carr cuelga este gracioso momento en YouTube para que lo vea el tío de Colorado y YouTube llama la familia. Lo hace siempre que las imágenes parecen formar parte de un virus, pero en este caso les ofrecen compartir los beneficios que les aportaría la publicidad de este vídeo.
La familia acepta y la televisión americana adquiere el muerdo de Charile y el grito de Harry, incluso el «Ouch, Charlie! ouch» se ha convertido en un politono. Los Davis se han embolsado una buena cantidd de euros que han metido en una cuenta para los chicos: «Les ayudará en la Universidad, aunque también estamos pensando en comprar un coche», asegura Howard.
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