Amazon ha puesto en el mercado su tableta Kindle Fire un día antes de lo previsto ante la inminente salida de la tableta de su competidor Barnes and Noble. Las primeras críticas al producto destacan su bajo precio (149 euros), pero también sus limitaciones. David Pogue en The New York Times afirma que no es una tableta versátil y que está pensada para consumir los productos que vende Amazon. En PC World aseguran que la interfaz es limitada y una tienda aplicaciones sorprendentemente complicada. Según Amazon, las expectativas de venta son buenas y ya es el producto más solicitado en su tienda en línea.
Una encuesta entre desarrolladores de aplicaciones demuestra que el producto ha despertado su interés y un 49% la incluye como objetivo para sus creaciones, frente al 48% que se interesa por la tableta de Samsung o el 24% que muestra interés por la Nook de Barnes and Noble.
Kindle Fire tiene una pantalla de siete pulgadas, sin ningún botón en el frente. A algunos les recuerda la tableta de RIM, una mala comparación si se piensa en el poco atractivo comercial de este producto. Este minimalismo en los botones,hay quejas sobre la excesiva sensibilidad del botón de encendido, se centra en la falta de uno para ajustar el volumen.
Una ventaja es su ligereza, 413 gramos frente a los 600 de la iPad. Eso sí, carece de GPS, Bluetooth y 3G. Ofrece wifi. No hay cámara. La luminosidad de la pantalla recibe buenas notas.
Amazon ofrece a quienes compren su tableta almacenamientoen su servicio en la nube. Además, contará con juegos, aplicaciones y alquiler de películas. Kindle Fire no necesitará un cable para sincronizarse. Lo hará de forma inalámbrica. Aunque no lo parece, funciona con el sistema operativo Android, pero no viene con Chrome instalado, sino que va con su propio navegador de Internet, Silk, que aprende de los hábitos de navegación del internauta, al suministrar las páginas que tiene alamcenadas en la caché. La tableta estará vinculada a la tienda de aplicaciones de Amazon
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