Chris Staniforth tenía 20 años y había nacido en Sheffield, Inglaterra, cuando murió por un trombo, un coágulo de sangre que se alojó en su pulmón provocándole la muerte tras una embolia. Estos coágulos están asociados en determinados casos a largos periodos de inmovilidad e incluso se le ha dado un nombre al suceso como "síndrome de clase turista" pues muchas veces se forman en las piernas y algunas personas han fallecido tras largos vuelos intercontinentales en los que no se movieron con regularidad.
Staniforth era aficionado a largas sesiones de videojuegos, lo que, según su padre, podría ser la causa del trombo, ya que pasaba esas horas sin moverse. "Los juegos son divertidos y cuando has empezado es difícil dejarlo", ha dicho David, el padre del chico fallecido. "Jugar durante tanto tiempo es lo que lo ha matado", advierte.
El joven falleció en mayo, pero su historia trasciende ahora y el padre no culpa a los videojuegos en sí mismos, pero sí pide a otros jóvenes que se tomen un descanso de vez en cuando por su propia salud.
"No culpo ni por un instante al fabricante de la Xbox. No es culpa suya que la gente la use durante tanto tiempo. Pero quiero avisar sobre los peligros que se pueden derivar. Jugar durante tanto tiempo es lo que lo ha matado y no quiero que muera otro chico", ha afirmado a The Sun.
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