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2011/08/10

El fondo común para comprar en Starbucks, una estrategia de márketing


Recientemente se supo que un desarrollador abrió su tarjeta online de Starbucks a través de una aplicación. Los usuarios podían acceder a su cuenta y pagar su café con el saldo que estuviera disponible. También podían hacer aportaciones para que el resto de gente utilizara el dinero. Ahora algunos indicios apuntan a que esto podría ser una acción de marketing viral por parte de la cadena de cafeterías.
La aplicación Startbuck’s Jonathan Card permite a los usuarios que se descarguen el software utilizar la tarjeta de pago online de este programador. De esta forma pueden pagar su café en cualquiera de las cafeterías habilitadas para ello. El objetivo es que también se hagan aportaciones económicas para que la gente pueda continuar usando la cuenta.
La iniciativa tiene un componente muy atractivo. Basa su éxito en una especie de crowdfunding que busca la aportación económica de cada usuario para el bien de todos. En un modelo ideal siempre habría saldo disponible en la cuenta porque quienes utilizaran la aplicación lo harían de un modo moderado y responsable, realizando sus propias contribuciones esporádicamente.
La realidad no es tan idílica. No en vano la aplicación recaudó unos 180 dólares en poco tiempo, pero de repente se esfumaron 150 dólares. En cualquier caso, ya logre su objetivo o sirva para satisfacer el apetito de los oportunistas, el proyecto tiene elementos que hacen pensar en marketing viral, una marca que cuida mucho su estrategia de comunicación y acercamiento al público.

Márketing viral

Startbuck’s Jonathan Card es un producto amable, que cala entre el público y se difunde con rapidez, como hemos podido comprobar a lo largo de los últimos días, después de que fuera reseñado en importantes blogs de tecnología, como TechCrunch. El proyecto gusta a la gente por su filosofía, eso está claro. Pero lo que todavía lo hace más valioso es el hecho de que sea una persona (Jonathan Stark) por sí sola la que ofrezca generosamente su tarjeta para este fin.
Sin embargo, en su blog Coffestrategies, Andrew Hetzel, actuando ejemplarmente, cuenta cómo ha investigado de dónde proviene el desarrollador Jonathan Stark, para quién trabaja y para quién trabaja su compañía. Sorpresa: Stark es vicepresidente de arquitectura de aplicaciones de Mobiquity.
Hasta aquí todo bien, pero Hetzel ha siguió investigando y vio que en la web oficial de Mobiquity la página referida a los clientes estaba caída. Extraño. Por tanto, el bloguero buscó en la caché de Google una imagen de la página. Y el círculo se cerró: uno de los clientes de Mobiquity es Starbucks. Lo que invita a pensar sin mucho esfuerzo que la compañía haya pagado a la firma desarrolladora para que lleve a cabo la campaña.

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