Tzyy-Ping Jung, investigador del Centro Swartz de Neurociencia Computacional de la Universidad de California (Estados Unidos), afirma haber desarrollado "la mejor experiencia de manos libres jamás creada para los usuarios de móviles". Asegura que acierta la mayoría de las veces. Aunque después de un período de entrenamiento.
El investigador ha ideado un dispositivo que consta de una cinta con electrodos para realizar electroencefalogramas que el sujeto tiene que colocarse en la cabeza y un sistema con bluetooth que transmite la información recogida por los electrodos para poder marcar así números de teléfono.
El objetivo del proyecto, publicado en el Journal of Neural Engineering, va más allá de la frivolidad de llamar a alguien pensando en su nombre. El equipo de Jung apunta a la accesibilidad para personas con discapacidad, a mejorar los sistemas de manos libres o incluso a detectar la baja concentración de algunos profesionales en situaciones de riesgo.
Tampoco es el primero en pensar en algo parecido. El año pasado, Ranjeev Raizada, neurocientífico cognitivo de la Universidad de Dartmouth, publicó un trabajo sobre un dispositivo similar llamado NeuroPhone, con el que conseguía marcar números en un iPhone conectando las señales neuronales emitidas al pensar en una persona con su fotografía en la lista de contactos del teléfono.
La novedad en el caso de Jung es que el sistema podría funcionar con pantallas aún más pequeñas. Pero, Eric Leuthardt, director del Centro de Innovación y Tecnología en Neurociencia de la Universidad de Washington, no lo ve nada claro. El científico explica que el tipo de respuesta utilizada en la investigación de Jung ha existido durante años, pero que por lo general requiere un estímulo visual grande, algo que es difícil que puedan provocar las pantallas pequeñas.
La Vanguardia
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