Fuente: El Pais.
La empresa francesa Alten ha despedido a tres empleados por criticar a sus jefes en una conversación privada mantenida en la red social Facebook. Los hechos sucedieron un sábado, cuando los tres empleados conversaban en Facebook desde su domicilio. Uno de ellos ironizó sobre el "club de nefastos" que componían la dirección de la compañía y los otros dos se sumaron a la broma. El problema es que un amigo suyo de Facebook contempló la conversación y pasó una copia a la dirección de la compañía que los ha despedido.
Según Alton se trata de una incitación a la rebelión y un menosprecio hacia terceros. Uno de los empleados ha llegado a un acuerdo económico con la compañía. Los otros dos han planteado un litigio. El abogado de éstos sostiene que se trataba de una conversación privada que no ha causado problemas a la compañía. "Es como si tienes una charla en una cena de amigos y uno de ellos la cuenta después a sus jefes".
Este episodio vuelve a plantear la frágil privacidad de las redes sociales y las consecuencias que puede tener cualquier conducta en su seno.
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