Cuanto más se averigua del virus del sida, más difícil parece encontrar una fórmula para proteger al organismo. El VIH es un virus escurridizo y poderoso, capaz de jugar al escondite con las células del sistema inmune y resistir a los tratamientos que intentan fulminarlo. Pero puede que sus escaramuzas y las de otros virus tengan sus días contados. Científicos de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (Estados Unidos) han descifrado la estructura completa del genoma del VIH-1, la variante más común del virus.
La información que ofrece este análisis permitirá conocer las artimañas que utiliza el virus para infectar al organismo y abrir numerosas puertas a la investigación, tanto del VIH como de otros virus. Una de las más evidentes es que acelerará el desarrollo de nuevos fármacos antivirales. La investigación ha merecido la portada de la prestigiosa revista «Nature».
Nueva técnica
Para obtener la imagen de la estructura del VIH, los investigadores de la Universidad de Carolina han utilizado una nueva tecnología, llamada SHAPE, que han diseñado los propios investigadores. Esta técnica ha permitido mirar « a vista de pájaro» al interior del VIH, como se explica gráficamente en un editorial que acompaña al artículo. Con esta vista aérea se ha dibujado un mapa del virus y visto los secretos que guarda el interior del virus. Han visto el ARN del VIH, donde reside la información genética del virus, y han hallado estructuras desconocidas que permiten al VIH replicarse dentro del organismo. Es la primera vez que se muestra por completo su estructura.
Descifrarla era muy complejo. El ARN es capaz de plegarse de diferentes maneras y formar objetos en tres dimensiones. Antes de obtener la estructura completa, el equipo de Kevin Weeks, primero obtuvo el modelo de una pequeña región. El genoma del ARN del virus del sida es muy extenso y está compuesto por una cadena de casi 10.000 compuestos químicos llamados nucleótidos. La estructura completa es similar a un collar con infinidad de abalorios colgando.
Desarrollo de fármacos
La estructura contiene varios objetos tridimensionales y algunos de ellos permiten que el virus continúe replicándose en el organismo. Sus hallazgos, apuntan los científicos, sugieren que «la estructura del ARN podría desempeñar un papel que no se había apreciado hasta ahora en la expresión del código genético».
El nuevo mapa ofrecerá información clave para desarrollar medicamentos más eficaces contra el escurridizo VIH. Fármacos que sean capaces de dirigirse contra estructuras vitales para el virus de la inmunodeficiencia humana. Aunque el paso que cuenta hoy la revista «Nature» también podría ser útil para combatir otro tipo de virus implicados en otras infecciones.
El próximo objetivo de los investigadores estadounidenses es cambiar la secuencia del ARN y comprobar si el virus se resiente. «Si no crece bien eso significa que hemos cambiado algo que era importante para la supervivencia y desarrollo del virus, apunta el microbiólogo», Robert Swanstrom.
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