A pesar de que no quiere entrar en detalles, desde Redmond esperan que la venta de Windows 7 y el desarrollo de Office 2010 contribuyan a cambiar la situación actual.
Tras registrar un descenso del 29% en sus ganancias y del 17% en sus ingresos en el segundo trimestre del año, en Microsoft consideran que hay motivos para sentirse esperanzados.
En el encuentro anual Finnancial Analyst, su CEO, Steve Ballmer, se ha mostrado “cautelosamente optimista” en lo relacionado con el devenir financiero de la compañía en los próximos doce meses.
Sin embargo, Ballmer ha rechazado dotar de mayor contenido a sus palabras. Microsoft espera que la comercialización de Windows 7, el desarrollo de Office 2010 y de otras aplicaciones y herramientas contribuyan a dar la vuelta a la situación actual, siempre que las organizaciones se muestren dispuestas a renovar su tecnología.
“Nos encontramos inmersos en un mal ciclo económico. No me voy a sentar aquí a decir en qué segmentos vamos a crecer. No estoy aquí para eso. Eso sí, vamos acrecer el año que viene”, apunta Ballmer.
A pesar de la realidad de sus resultados, la compañía confía en darles la vuelta. “2010 puede marcar el punto de inflexión en el mercado de los PC, añade Chris Lidell, director financiero de Microsoft.
Durante el encuentro con los analistas, Ballmer ha asegurado que los fabricantes desarrollarán equipos ultraligeros que equilibrarán la portabilidad de los netbooks. Estos dispositivos podrían ejecutar distintas versiones del sistema operativo de Microsoft.
“Queremos que la gente pueda obtener las ventajas de rendimiento ligero y ser capaz de gastar más dinero con nosotros”, afirma Ballmer.
Por su parte, el CEO de Redmond ha querido rebajar la euforia de aquellos que ven a Apple y a Google capaces de asaltar la cuota de mercado de Microsoft. “Nuestra empresa tiene una posición dominante en el mercado”, concluye Ballmer.
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