El filtrado de X-Men orígenes: Lobezno, la película que protagoniza Hugh Jackman, produjo un terremoto en uno de los principales emporios audiovisuales del mundo, News Corp, y sobre todo en su filial Fox, productora de la película.
Nada más conocer el filtrado, los abogados de Fox se pusieron en marcha para tratar de localizar la brecha por la que se había escapado una copia de la película un mes antes de su estreno oficial. Contaron para ello con la colaboración inestimable del FBI, que llegó a confiscar un centro de datos de una empresa proveedora de Internet.
Incluso la división de noticias de Fox llegó a despedir a uno de sus periodistas por asegurar en su blog que se había descargado la película.
El propio Hugh Jackman se mostró en una entrevista con EL PAÍS afligido por el filtrado.
Este fin de semana, por fin, se ha estrenado oficialmente la película y ha conseguido encabezar las listas en Estados Unidos con casi 90 millones de dólares, algo más de 64 millones de euros. En todo el mundo, el filme ha recaudad 160 millones de euros, poco menos de 120 millones de euros.
Y todo pese a que son varias las versiones de la película que circulan por las redes P2P: sólo en el top 100 de The Pirate Bay, uno de los mayores proveedores de enlaces de bittorrent del mundo, hay cinco de estas versiones.
Los datos ahora conocidos añaden peso a la balanza de quienes abogan por permitir el intercambio libre de productos culturales por Internet. Recientemente, un estudio demostraba que los internautas que más música se descargan o intercambian sin pasar por los cauces comerciales son los mismos que más canciones y discos compran en las tiendas on line, como Amazon o iTunes.
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