El mayor fabricante de chips de Japón está dirigiendo su estrategia a su negocio relativamente estable de alimentación de energía y otras áreas prometedoras como baterías de iones de litio, mientras reduce inversiones en su deficitario negocio de chips para recortar costes y mejorar las ganancias.
Los fabricantes de chips han sufrido drásticas caídas en la demanda y precios que han llevado a algunos a pedir la protección por bancarrota y a otros a buscar socios. Casi todos están perdiendo dinero.
Toshiba, el segundo fabricante del mundo de chips de memoria flash tipo NAND después de Samsung Electronics, ha dicho que espera liderar una reorganización de la industria en Japón, pero lo tiene difícil, porque sus rivales domésticos NEC Electronics y Fujitsu han elegido otros socios.
NEC Electronics está discutiendo una fusión con Renesas Technology, mientras que Fujitsu ha decidido externalizar su producción a TSMC y ha dicho que podría trabajar conjuntamente sobre el desarrollo de chips de próxima generación con el fabricante de chips taiwanés.
Toshiba prevé volver al beneficio operativo este año financiero mientras sigue adelante con un plan de reducción de costes ya anunciado de 3.000 millones de dólares. Prevé que su negocio de chips siga en números rojos este año.
La compañía dijo que ampliaría su capital en hasta 493.000 millones de yenes, con la emisión de nuevas acciones por importe de 313.100 millones de yenes y el resto de bonos subordinados.
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