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2009/01/09

El Diccionario Histórico "colgará" este año en Internet su primer material

Fuente: La Vanguardia.

La primera fase del nuevo Diccionario Histórico que prepara la Real Academia Española tardará aún diez años en estar terminada, pero en 2009 se podrán consultar ya en Internet materiales previos de este gran proyecto que, una vez finalizado, sólo estará disponible en la red.

"Ya no tiene sentido pretender que se compren diccionarios de decenas de volúmenes", asegura el académico José Antonio Pascual, director del Diccionario Histórico, en una entrevista en la que explica la situación actual de esta obra, que en su primera etapa reconstruirá el pasado de las 50.000 palabras más usuales del español.

Si en otros países se estima que para desarrollar un proyecto de esta envergadura "se necesitan 45 años y 140 lexicógrafos", los avances tecnológicos van a permitir, en el caso de España, realizarlo por fases. Para la primera etapa del "Nuevo Diccionario Histórico de la Lengua Española", que recibe 1,2 millones de euros al año de financiación estatal, se han calculado unos quince años. Pero de ningún modo habrá que esperar tanto para que filólogos y estudiosos se beneficien de lo que vaya haciendo el equipo de Pascual, formado por una veintena de expertos, a los que habría que sumar la colaboración de especialistas de numerosas universidades e instituciones.

Así, a lo largo de 2009 se "colgará" en la red el corpus elaborado ex profeso para el Diccionario Histórico, formado por 52 millones de registros extraídos de 800 textos de autores españoles de todas las épocas (los de escritores americanos quedan para una segunda fase), y se podrán consultar también las más de 140.000 fichas de bibliografía relacionada con este proyecto.

La intención de Pascual, vicedirector de la RAE, es que, además, esté pronto en Internet el antiguo fichero en papel de la Academia, ya digitalizado y de unos diez millones de palabras, aunque será preciso que esta institución dé antes el visto bueno.

También tendrá acceso electrónico el antiguo Diccionario Histórico que comenzó a hacer después de la Guerra Civil Rafael Lapesa (hubo un primer intento antes de la Guerra a cargo de Menéndez Pidal) y del que sólo pudo completar la letra A y parte de la B. "Es muy importante que esté en Internet porque está agotadísimo", subraya Pascual, coautor, junto con Joan Corominas, del gran "Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico".

Y, por supuesto, a medida que la historia de cada palabra esté completa, se pondrá en la red. Entre ellas se presentará pronto el verbo "hacer", en el que un equipo de expertos ha estado trabajando "durante tres meses". "Ha habido que analizar unos 50.000 ejemplos", dice abrumado Pascual.

Cuando esté completo, el Diccionario Histórico ofrecerá la evolución de más de 100.000 palabras, pero de momento se centrará en las 50.000 más frecuentes.

Voces como "mesa", "silla", "aderezar", "alambrera", "muralla" o "tapia" figurarán en la fase inicial, pero no estarán otras como "antojuno", que sólo aparece "en el Quijote y en dos imitadores de esta obra, ni tampoco algunos términos gongorinos. Esas palabras pueden esperar".

¿Cuándo la voz "talento" adquiere el significado de inteligencia y no de voluntad? ¿En qué siglo el galicismo "duela" se usa para referirse a las tablas de las cubas de las bodegas? Si las imágenes eran de "palo" en el XVI y en la época de Galdós se hablaba de "escalera de palo", ¿cuándo esa voz ha dejado de ser sinónimo de madera, salvo en expresiones como "en casa del herrero, cuchillo de palo"?

Esas preguntas encontrarán debida respuesta en el Diccionario Histórico, en el que también se verá que si ahora se "despegan los labios", en el Quijote "se desplegaban" porque, recuerda Pascual, "desplegar significaba desclavar", y se comprobará que la expresión "tener lugar", tan frecuente hoy día, ha ido sustituyendo a verbos como "suceder", "ocurrir", "acontecer" o "acaecer".

Aunque en principio se barajó la posibilidad de publicar esta gran obra en papel (sólo para la primera fase se hablaba de doce volúmenes), Pascual asegura que en ese formato "no se podría hacer el Diccionario, porque habrá cuestiones que ofrezcan dudas y en Internet figurarán con nuestras vacilaciones". El soporte magnético permitirá incorporar la solución de inmediato.

"El 'Oxford English Dictionary' ya no se hace en papel; sólo es accesible a través de Internet", añade.

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