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2009/01/29

Los 25 culpables de la Crisis Mundial

Fuente: Cotizalia.
Los culpables de la mayor crisis financiera de la historia desde la Segunda Guerra Mundial tienen nombres y apellidos. Según el periódico británico The Guardian, lo que viene sucediendo durante el último año y medio no se debe a un fenómeno natural sino a un desastre humano que ha llevado a las principales economías y empresas del mundo al borde del abismo y en el que 25 personajes han jugado un papel decisivo.
¿Quién nos ha llevado a la ruina?, se pregunta el diario.
Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal entre 1987 y 2006 se alza con el primer puesto. Tras una vida prácticamente entera dedicada al organismo regulador y retirado como un auténtico héroe, Greenspan pasará a la historia, entre otros aspectos, por su defensa del libre mercado, su capacidad para rescatar a la economía de Estados Unidos del colapso financiero de 1987 y de mitigar los devastadores efectos derivados de los ataques terroristas del 11-S. Greenspan es, para muchos expertos y según The Guardian, el principal culpable de la crisis al permitir la formación de una gran burbuja inmobiliaria gracias a unos tipos de interés bajos y a la ausencia de regulación en torno a los préstamos hipotecarios. Apoyó, según el diario, los préstamos subprime e instó a los hipotecados a cambiar tipos fijos por variables, lo que dejó a muchos de ellos al descubierto incapaces de hacer frente a sus compromisos cuando los tipos subieron. Durante años, Greenspan también defendió el boom de los derivados, un mercado que apenas existía cuando se hizo con las riendas de la Fed y que bajo su mandato creció como la espuma. De hecho, el periódico le acusa de haber protegido a un mercado que ha provocado muchos de los problemas actuales. La publicación destaca, no obstante, que Greenspan también ha sido capaz de reconocer sus errores. Por ejemplo, que demasiada regulación podría dañar Wall Street o que los bancos pondrían siempre por delante la protección de sus accionistas.
Mervyn King, gobernador del Banco de Inglaterra. Cuando accedió al cargo en Threadneedle Street, la economía del Reino Unido crecía al 3% y la inflación se situaba en el 1,4%. En su primera reunión rebajó los tipos al 3,5% y su ambición consistía en que la política monetaria del Banco llegara a ser “aburrida”. Cuando la crisis estalló, King insistía en que no se transformaría en una crisis internacional. De hecho, en un primer momento, se negó a inyectar liquidez al sistema financiero e insistía en que no habría rescates bancarios. Ahora, algunos miembros del Tesoro británico aseguran que debería haber sido “más proactivo”. The Guardian le echa en cara que debería haberse dado cuenta de la burbuja inmobiliaria y haber tomado medidas, así como haber previsto más recientemente la recesión del país y haber actuado con mayor celeridad a la hora de recortar los tipos de interés.
Los políticos también han jugado un papel clave en la actual crisis financiera. Bill Clinton forzó a las hipotecarias a relajar sus requisitos a la hora de conceder hipotecas a los más desfavorecidos. En 1999 revocó la ley que garantizaba la completa separación entre los bancos comerciales -que ofrece depósitos- y la banca de inversión -que invierte y asume riesgos-. Esta decisión supuso el nacimiento de la era de la superbanca, que favoreció el desarrollo y la extensión de las hipotecas subprime. Su sucesor, George W. Bush, no consiguió que mejoraran las cosas al no poner coto a la inmensa cantidad de los denominados ‘hipotecados Ninja’ –no income, no jobs, no assets-. Otro de los políticos culpables de la crisis para The Guardian es el primer ministro británico, Gordon Brown, quien puso los intereses de la City por delante de cualquier otro aspecto económico. La oposición le ha acusado de no haber tenido en cuenta que una economía “construida sobre deuda” no es una economía “construida para durar” durante cargo como responsable del Tesoro durante diez años en el gobierno de Tony Blair.
El periódico británico también se acuerda del primer ministro islandés, Geir Haarde, después del colapso financiero de los tres grandes bancos del país por culpa de sus millonarias deudas. Islandia se vio forzada a recibir prestados 2.100 millones de dólares del FMI además de fondos procedentes de diferentes países europeos.
Culpables en la Gran Manzana
Wall Street tampoco queda al margen de su implicación en la crisis financiera. Según el diario, en este apartado suena el nombre de Abi Cohen, directora de estrategia de Goldman Sachs y que hace unos años llegó a ser una de las mujeres más poderosas de Estados Unidos. Sin embargo, no fue capaz de ver el crash de la bolsa y se hizo famosa por sus previsiones alcistas. Fue sustituida en el cargo el pasado mes de marzo. Kathleen Corbet, antigua consejera delegada de Standard & Poor's, también ocupa un puesto destacado. No en vano, las agencias de rating no advirtieron de los riesgos los activos respaldados por las hipotecas subprime. Corbet dirigía las riendas de la mayor de las tres agencias de calificación de riesgos y dejó su puesto en 2007 por las enormes críticas recibidas. Standard & Poor's, Fitch y Moody's han sido cuestionadas por el rol jugado en la actual crisis subprime, mientras ellas recuerdan que lo hicieron lo mejor que pudieron con la información disponible. Corbet dijo que su marcha de Standard & Poor's había sido “largamente planeada” y negó que tuviera que ver con presiones de ningún tipo.
Hank Greenberg, presidente del grupo asegurador AIG. A sus 83 años convirtió AIG en la mayor aseguradora del mundo. Tenía un enorme negocio de CDS y por ende, una enorme exposición a la crisis hipotecaria. Cuando su rating fue recortado, se enfrentó a una enorme crisis de liquidez y necesitó de 85.000 millones de dólares públicos para evitar el colapso. Posteriormente necesitaría de ayuda pública estatal adicional, pero eso no evitó que los principales ejecutivos del grupo renunciaran a viajes lujosos.
Quienes lo vieron venir
The Guardian reserva también un hueco para algunos de los inversores más importantes de los últimos cincuenta años y cuya visión del mundo financiero les hizo anticipar la que se venía encima. Como el gestor de hedge funds John Paulson, calificado en el mundo financiero como “el mayor ganador del credit crunch”. Paulson se embolsó 3.700 millones de dólares en 2007al apostar por el estallido de la burbuja inmobiliaria. También aparece, el multimillonario Warren Buffett, quien no se cansó de advertir sobre los peligros de los derivados que nadie entendía. En su carta anual dirigida a sus accionistas en 2003, comparó estos productos con el mismo infierno. “Fácil de entrar y casi imposible de salir”. En una muestra de optimismo, en octubre dijo que había empezado a comprar de nuevo en el mercado estadounidense, sugiriendo que lo peor de la crisis podría haber pasado.
También advertía en 2006 sobre una “gigantesca burbuja inmobiliaria", el inversor George Soros, así como al economista y profesor de la Universidad de Nueva York, quien fue el primero en augurar el credit crunch. En 2006 advertía a los economistas del FMI que Estados Unidos se enfrentaba una histórica burbuja inmobiliaria, un shock en el mercado de materias primas a una recesión. Todavía hoy se muestra muy pesimista respecto a la crisis. Sin ir más lejos, la semana pasada vaticinaba la bancarrota del sistema bancario estadounidense y europeo. Tras los rescate financieros y nacionalizaciones, es muy famosa su frase para describir a George Bush, Henry Paulson y Ben Bernanke como “la troika de bolcheviques que fue capaza de convertir Estados Unidos en la República Socialista de Estados Unidos de América”.
La lista, hasta 25 responsables, incluye otros nombres del mundo financiero de la Gran Manzana. Como el presidente de HBOS –Andy Hornby-, el de Royal Bank of Scotland –Sir Fred Goodwing- o Bradford&Bingley –Steve Crwashaw-. Sin olvidar a los máximos responsables Citigroup –Chuck Prince-, Merrill Lynch –Stan O’Neil- o Bear Stearns –Jimmy Cayne.

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